El moderno Rey Midas de las finanzas
ESTEBAN MARTÍNEZ-MURGA
21/05/200817:14 h.Con seis años compró a su abuelo seis coca colas por 25 centavos y las revendió a sus amigos por 30. Fue su primer beneficio en el mundo de la empresa.
Hoy, a sus 77 años, ha conseguido auparse al número uno de los más acaudalados del planeta. Es el rico entre los ricos, con una fortuna valorada en más de 62.000 millones de euros, según la revista Forbes.
Un inversor paciente y metódico
Warren Buffet es la persona más influyente del mercado financiero estadounidense. Este genio de las finanzas ha conseguido montar su imperio solamente comprando y vendiendo acciones. Las tres primeras, de la compañía de lubricantes CITGO, cuando tenía sólo 11 añitos. Las adquirió por 38 dólares y las vendió por 40... Poco después CITGO se disparó en bolsa hasta los 200 dólares por acción. Algo que Buffet siempre ha lamentado, pero que le sirvió para aprender que la paciencia es una virtud.
Paciencia, intuición o saber hacer, el caso es que este hombre supo invertir en los momentos bajistas de la Bolsa y en empresas que transitoriamente pasaban por dificultades y habían sido castigadas en exceso por el mercado.
Aparte de hacer sus pinitos bursátiles, el adolescente Buffet fue amigo de trabajar desde siempre. Empezó repartiendo periódicos. Y ahorró. Ahorró tanto que unos añitos más tarde pudo comprarse una granja de tres dormitorios a las afueras de su ciudad natal. Le costó unos 31.000 dólares de entonces. Hoy sigue residiendo en este inmueble, cuyo valor supera los 700.000 dólares.
No es un dineral para tanta riqueza. Y es así, porque este inversor huye de los lujos innecesarios. Lo único que exige es comer a diario carne roja y beber Coca Cola a todas horas.
La austeridad como norma
De él siempre destacan su austeridad (no tiene chófer ni seguridad personal; no usa ni móvil ni ordenador) y los 100.000 dólares que gana anualmente, un sueldo bajo comparado con el que reciben otros grandes ejecutivos.
Su filantropía también es legendaria. Sin ir más lejos, Buffet anunció hace dos años que a su muerte donaría su riqueza personal a la caridad. Más del 80% de este dinero irá a la Fundación de Bill y Melissa Gates.
Pero de momento sigue en el tajo. Lleva las riendas del fondo de inversiones Berkshire Hathaway, una empresa a su imagen y semejanza: no hay más que echar un vistazo a la sobriedad de su web, la menos sofisticada del mundo desarrollado. Con 48 mil empleados, este coloso es una de las mayores compañías del mundo por su valor en bolsa. Está presente en multitud de sectores, desde los seguros y los bienes de gran consumo al gas natural y los aviones.
Berkshire Hathaway es accionista de peso en multinacionales como American Express, Coca Cola o el gigante del consumo Procter & Gamble, fabricante de cientos de productos como el lavavajillas Fairy, las cuchillas Gillette o el maquillaje Max Factor.