La morosidad del crédito baja por primera vez desde junio, hasta el 5,49 por ciento

Los datos provisionales del supervisor muestran que, pese a la caída de doce centésimas en comparación con la morosidad de agosto (5,61%), la cifra absoluta de impagos del sistema financiero se mantuvo en septiembre por encima de los 100.000 millones de euros, concretamente en 101.263 millones.

Por tipos de entidades, la morosidad más alta correspondió a los establecimientos financieros, que subió al 10,29% después de situarse durante tres meses consecutivos en el 10,13%.

A continuación se situaron las cajas de ahorros con una mora del 5,69%, idéntica a la del mes anterior, mientras que los bancos registraron una tasa del 5,58%, superior al 5,48% de un mes antes.

La tasa de morosidad de las cooperativas de crédito se situó en septiembre en el 4,40%, con lo que superó a la de agosto, periodo en el que fue del 4,36%.

Con la caída de la tasa de morosidad de las entidades en septiembre se rompe una racha alcista que duraba dos mes consecutivos, después de que se subiera hasta el 5,47% en julio y al 5,61% en agosto.

La cartera crediticia global del sector financiero aumentó en septiembre hasta 1,843 billones de euros, desde los 1,825 billones de agosto y los 1,836 de julio.

En septiembre, se disparó la morosidad de los bancos, que pasó del 5,48% de agosto al 5,58% actual, para un volumen crediticio de 836.105 millones de euros, una cifra muy superior a la de agosto, cuando fue de 800.693 millones de euros.

En el caso de las cajas, su morosidad se quedó estacada en septiembre en el 5,69%, el mismo porcentaje que registró un mes antes, de una cartera crediticia de 868.709 millones de euros.

En relación a la morosidad de los establecimientos financieros que alcanzó el 10,29%, su cartera crediticia se redujo hasta los 41.712 millones de euros, frente a los 41.898 millones de agosto.

También se incrementó ligeramente la tasa de mora de las cooperativas de crédito hasta el 4,40% desde el 4,36% de un mes antes, para un total de 96.817 millones de euros.

Las entidades financieras clasifican sus créditos dudosos cuando su titular, sea un particular o una empresa, acumula tres meses consecutivos de impagos, como establece la legislación vigente.