La experimental de Jean-Luc Godard 'Adieu au langage' apabulla en Sitges

Con la sala sin acabar de llenarse, el público ha regalado al final de la sesión un frío aplauso a la película, durante la que ha reinado un silencio respetuoso a la vez que lleno de desconcierto ante tal experimentación cinematográfica.

La cinta es una reflexión sobre el lenguaje, la libertad y la guerra a través de imágenes y voces inconexas que sumen al público en una reflexión filosófica sobre el mundo.

Un relato muy fragmentado deja entrever la relación entre una mujer casada y un hombre soltero, que se aman y se pelean, al mismo tiempo que un perro vaga entre el campo y la ciudad; la trama la construye la mente del espectador visionando estas imágenes.

Durante 70 minutos un mundo de imágenes en todas sus posibilidades --distorsionadas, borrosas, sobreimprimidas, deslumbrantes, coloristas, monocromas-- excita el iris del espectador, que también recibe del filme notorios cambios de volumen y una melodía insistente que teje el relato.

Nacido en París en 1930, el cineasta ha sido crítico en 'Cahiers du Cinéma' e impulsor de la modernidad cinematográfica; debutó en 1959 con 'Al final de la escapada' y no ha dejado de dirigir y renovar el cine desde entonces.

Con guión de Godard, los productores de esta película son Alain Sarde, Brahim Chioua y Vincent Maraval; la fotografía es de Fabrice Aragno, y la interpretación corre a cargo de Heloise Godet, Kamel Abdelli, Richard Chevallier y Zoé Bruneau.