Cinco años después se abre una pequeña puerta a la esperanza en Siria. El secretario de Estado de EEUU, John Kerru, y su homólogo ruso Serguéi Lavrov, han anunciado un alto el fuego entre los implicados sobre el terreno. Se trata de un primer paso importante, pero en ningún caso definitivo, porque medio país está en manos de los terroristas, excluidos de cualquier acuerdo.