Chile espera cerrar la revisión del acuerdo de asociación con la UE a principios de 2017

"El calendario es algo impredecible, pero esperamos poder iniciar las negociaciones en el segundo semestre de 2016 y poder tener un acuerdo en el primer trimestre de 2017", ha dicho el embajador en un encuentro con la prensa en Bruselas, días antes de la cumbre que reunirá a los países de la UE y de América Latina y Caribe en la capital europea.

La Unión Europea y Chile ya se comprometieron el pasado mes de abril a explorar las posibilidades de "modernización" del acuerdo, algo para lo que ya hay un grupo de trabajo creado y para lo que se ha concluido una evaluación de impacto.

Para que las negociaciones arranquen también es necesario que los Veintiocho consensuen un mandato para que Bruselas pueda negociar en su nombre, algo que el embajador ha confiado en que ocurra "lo antes posible".

En opinión de Appelgren, el hecho de que no existan "grandes controversias" entre las dos partes augura unas negociaciones "rápidas", habida cuenta de que los grandes intereses defensivos ya se negociaron en el primer acuerdo.

Con todo, ha admitido que hay algunos asuntos "delicados" como, por ejemplo, el interés chileno por abrir mercado para su aceite de oliva, algo no contemplado en el pacto actual, que ya reserva un arancel cero para el 80 % de las exportaciones del país al mercado comunitario.

Chile, junto a México, fueron los primeros países de América Latina en contar con un acuerdo de asociación con la Unión Europea y ambos se han mostrado de acuerdo en la necesidad de revisarlos para "actualizar" su contenido.

"Para que el acuerdo pudiera seguir teniendo vigencia y un protagonismo decisivo, había que modernizarlo y adecuarlo a esta nueva realidad", argumenta Appelgren, que enumera la educación, la energía, la innovación y la seguridad y defensa como principales áreas de interés en cooperación.

El proceso para un acuerdo revisado es también una oportunidad para la "reafirmación del camino" emprendido por el Gobierno de Michelle Bachelet hacia una sociedad con mayor igualdad, en palabras del embajador. "Una sociedad que mantenga sus niveles de crecimiento económico, pero con mayores niveles de justicia social", ha remachado.

La UE y Chile firmaron un primer acuerdo de cooperación en 1992, pero no fue hasta 2002 que definieron un acuerdo de diálogo político y cooperación, incluyendo un capítulo comercial, que supuso un "impulso decisivo" a las relaciones bilaterales.

Según los datos ofrecidos por el embajador chileno, el pasado año hubo "más de 20.000 millones de dólares de intercambio" entre las dos parares. "La Unión Europea es hoy el principal inversor en Chile y Chile tiene inversiones interesantes en Europa. Hay un flujo importante", explica.

Además de ser el principal inversor tanto en Chile como en el conjunto de la región latinoamericana, la UE es también el segundo socio comercial para el país y para la CELAC. "No hay que menospreciar la capacidad de interacción que tenemos", apunta