Cuba defiende su lucha contra al tráfico de personas tras el informe "manipulado" de EEUU

El Departamento de Estado norteamericano retiró el lunes a Cuba del grupo de países que, en opinión de Washington, no realizan labor alguna para combatir la trata. Ahora, la isla se encuentra junto a otras 42 naciones en el 'nivel 2-Lista de Vigilancia', en un reconocimiento a los "esfuerzos significativos" detectados en el último año.

El Ministerio de Exteriores de Cuba ha informado en un comunicado de esta mejora pero, al mismo tiempo, ha insistido en que no debería figurar "en ninguna lista unilateral ni ser objeto de vigilancia alguna". Asimismo, ha subrayado que el régimen de Raúl Castro tiene "tolerancia cero" frente a la trata de personas o a la explotación de mujeres y niños.

Como ya ocurriese en años anteriores, Washington ha puesto en cuestión de forma particular las supuestas presiones sufridas por los integrantes de las misiones médicas en el extranjero. En este sentido, ha citado denuncias de posibles "coacciones" contra los médicos, a los que se les prohibiría abandonar su trabajo con la retirada del pasaporte o amenazas contra ellos o sus familias.

Para La Habana, se trata de "elementos tendenciosos y manipulados" sobre el "trabajo abnegado" de su personal sanitario. También ha lamentado una "distorsión" en las críticas norteamericanas al sistema educativo cubano y ha negado que "vincular el estudio con el trabajo" sea una forma de "trabajo forzado".

El informe sobre Tráfico de Personas del Departamento de Estado viene a reafirmar el acercamiento entre La Habana y Washington, anunciado el 17 de diciembre de 2014 por los presidentes de ambos países: Barack Obama y Raúl Castro. Más allá de gestos, el deshielo ha supuesto la reapertura de las embajadas y la retirada de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo que también elabora el Departamento de Estado.