La iglesia atacada en Normandía aparecía en una lista de objetivos yihadistas

Es el vídeo que DAESH ha difundido de los dos terroristas de Normandía. Adel Kermiche delante y, detrás, Malik Petitjean. En el registro de la casa del primero se encontró un carnet con su nombre y su foto pero no se podía comprobar fácilmente porque su cara quedó muy desfigurada por los disparos de la Policía y los servicios de inteligencia no tenían ni su huella ni su ADN. Hubo que comprobarlo con el de su madre, que nunca sospechó que su hijo fuera un yihadista. Los medios franceses hablan de un posible fallo en la seguridad porque cuatro días antes del atentado las autoridades galas recibieron un aviso de los servicios de inteligencia marroquíes: un hombre estaba preparado para atentar en los próximos días en suelo francés. La información iba acompañada de la foto de Petitjean, sin su nombre y sin ningún dato que ayudara a identificarle. Ahí habría estado el fallo porque Petitjean sí estaba fichado por la Policía. Había intentado viajar a Siria desde Turquía el pasado 10 de junio. Los turcos advirtieron a Francia de que ese hombre era peligroso. La policía francesa le ficho pero, por alguna razón, nunca llegó a cruzar su ficha con la foto que envió Marruecos.