El Gobierno y los grupos rebeldes logran un principio de acuerdo para un alto el fuego a nivel nacional

"Hemos discutido los puntos (del acuerdo de alto el fuego) y no tenemos problema. Tenemos un acuerdo", ha dicho Lian H. Sajong, un líder de la etnia chin, según ha informado el portal de noticias birmano Irrawady.

Sin embargo, Lian ha afirmado que el acuerdo no entrará en vigor hasta que los líderes de todos los grupos étnicos integrados en el NCCT den su visto bueno y firmen el texto, lo que podría tener lugar en los próximos días.

El Gobierno se niega a reconocer a algunos de los miembros del NCCT, como los rebeldes kokang del Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania (MNDAA), como firmantes de un acuerdo de alto el fuego.

Pese a ello, Hla Maung Shwe, un asesor gubernamental del Centro de Paz de Birmania, ha sostenido que el Comité de la Unión para la Paz del Gobierno (UPCW) "está preparado para firmar" el texto acordado.

Varios puntos clave del acuerdo han sido sacados del texto después de que el Gobierno y el NCCT no lograran acercar posturas, y serán abordados durante el diálogo político que se espera que siga a la firma del documento.

"Entendemos que hay muchos puntos importantes que no se han discutido. Tenemos que pensarnos bien la firma del acuerdo (de alto el fuego)", ha valorado Tar Bong Kyaw, secretario general del Ejército de Liberación Nacional Taang, que apoya a los rebeldes kokang y que participa en los combates en el Ejército en el estado de Shan (norte).

Las conversaciones de paz arrancaron a mediados de 2013 y se estancaron en septiembre de 2014 debido a la incapacidad de las partes para resolver varios puntos clave. Desde entonces, los combates han sido cada vez más frecuentes entre el Ejército y los rebeldes kachin y palaung.

Asimismo, en febrero estalló un conflicto a gran escala entre los rebeldes kokang y el Ejército que ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de civiles y que se ha saldado con la muerte de decenas de militares y rebeldes.

El MNDAA estaba integrado antiguamente en el Partido Comunista de Birmania, una guerrilla respaldada por China que combatió al Gobierno birmano hasta que se disgregó en 1989.

Los enfrentamientos entre los rebeldes y el Ejército en 2009 empujaron a decenas de miles de refugiados a cruzar al suroeste de China, desatando las críticas de Pekín, que en esta ocasión ha pedido también que el conflicto se solucione rápidamente.