HRW denuncia la deportación de refugiados sirios vulnerables por parte de Jordania

Según ha destacado la organización, las deportaciones de refugiados violan el principio de no rechazo del Derecho Internacional, que prohíbe a los gobiernos devolver a personas a lugares durante sus vidas o libertad están amenazadas.

Entre los deportados figura un grupo de doce refugiados sirios que habían estado recibiendo tratamiento en un centro de rehabiliación en el norte de Jordania así como cuatro refugiados, tres de ellos niños, a los que la Policía fronteriza jordana interceptó cerca de la frontera con Siria.

"Jordania está asumiendo una fuerte carga de refugiados pero no debería enviar de vuelta a ningún refugiado a una zona de conflicto donde sus vidas están amenazadas, mucho menos a niños y hombres heridos que ni siquiera pueden caminar", ha denunciado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Nadim Houry. "Tales deportaciones crean un entorno de miedo que afecta a todos los refugiados", ha añadido.

Según explica HRW en un comunicado, los hijos de 14 y 17 años de Mohamed, un refugiado sirio, y dos de sus primos, ambos menores de 18 años, así como un conocido sirio de 20 años fueron disparados por una patrulla fronteriza jordana el pasado 14 de noviembre cuando circulaban en moto cerca de la frontera siria. Todos ellos, según ha indicado el hombre, estaban registrados ante el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Su hijo de 17 años resultó herido en la pierna y está recibiendo tratamiento en un hospital jordano, mientras que los otros cuatro fueron deportados, pese a que sus padres y hermanos permanecen en Jordania.

Las autoridades jordanas dijeron a Mohamed que los cuatro han sido deportados por presuntamente intentar entrar ilegalmente en Siria, pero el hombre lo niega, asegurando que simplemente estaban montando en moto y que intentaron huir cuando los agentes les localizaron y dispararon contra ellos.

HRW ha pedido a las autoridades jordanas que investiguen el tiroteo y, en caso de actuación indebida, castiguen a los agentes que hicieron un uso excesivo de la fuerza.

OTRO CASO

En otro incidente ocurrido el pasado 16 de septiembre, las autoridades jordanas enviaron de vuelta a doce sirios, en su mayoría con certificados de refugiados, que habían estado recibiendo tratamiento en el centro de rehabilitación de Dar al Karama, en la norteña ciudad de Ramtha.

Un refugiado sirio, Saeed, que les conocía y un cooperante han indicado a HRW que la Policía jordana registró el centro y lo cerró, llevándose a continuación a los hombres que estaban recibiendo tratamiento y deportándoles.

Según Saeed, entre los deportados había seis hombres paralíticos y seis personas heridas, incluidos dos niños, que necesitaban tratamiento regular. Todos ellos fueron enviados a casas particulares en la ciudad siria de Deraa el 16 de septiembre. Al Yazira entrevistó a uno de los deportados allí el 20 de septiembre y HRW ha podido hablar por teléfono con otro de ellos, un adolescente de 17 años.

Un portavoz del Gobierno jordano ha indicado a HRW que las autoridades cerraron el centro de rehabilitación porque no tenía licencia del Ministerio de Sanidad y el personal médico sirio que trabajaba en él no tenían permiso para ejercer en Jordania. Asimismo, negó que los pacientes hubieran sido deportados sino que habían sido "reubicados en otros hospitales para recibir tratamiento adecuado".