Maduro asegura querer una oposición con la poder "hablar seriamente" y no "reciba órdenes"

Maduro ha asegurado que le gustaría disponer de un "interlocutor válido" que no estuviera "haciendo cálculos de márketing, que no estuviera de rodillas recibiendo órdenes del norte", en referencia a Estados Unidos. "Los gobiernan a través de un telefonito que habla en inglés, ha asegurado.

El mandatario, que asegura respetar al electorado de la oposición, ha denunciado que la población "tiene derecho a tener líderes de verdad" que representen a los sectores capitalistas y "sepan valorar" cuando les tiende la mano.

En este sentido, Maduro ha hecho referencia al gobernador de Miranda, Henrique Capriles, al que ha acusado de "despreciar" y "mirar por encima del hombro" a la población venezolana. "Nunca entenderá lo que es este pueblo. Le he dado varios abrazos, le he tendido puentes", ha asegurado.

El presidente ha acusado a Capriles de formar parte de una corriente golpista, aunque se ha mostrado seguro de que finalizará "derrotado". "Lo dejarán solito", ha afirmado, según ha informado el diario venezolano 'El Universal'.

POLÉMICA POR SU "FE EN DIOS"

Maduro también ha abordado la polémica por sus declaraciones en las que pedía ayuda a Dios para hacer frente a la recuperación de la economía, asegurando que "no le importa" que se "burlen" de su fe en Dios. "Me da mucha risa las cosas que dicen", ha subrayado.

El gobernante protagonizó una nueva polémica en el país al asegurar que "Dios proveerá" recursos para hacer frente a la crisis económica que atraviesa el país. En este sentido, ha lamentado que los medios de comunicación "no respeten" su fe religiosa.

NO CAER EN EL "CONSUMISMO"

Por otro lado, Maduro ha hecho un llamamiento a la población del país a trabajar por "el bien común, el bienestar y la felicidad del pueblo", además de subrayar la necesidad de una "conciencia" social y política ante el contexto de desabastecimiento que sufre el país.

"Les pido máximo conciencia", ha pedido, subrayando la necesidad de no caer "en el consumismo". "La mejor vacuna contra la guerra económica es la conciencia popular", ha exclamado el mandatario.