RSF critica la decisión de los talibán de declarar dos cadenas de televisión como "objetivos militares"

Los talibán publicaron un comunicado el lunes detallando que las cadenas Tolo TV y 1TV eran "redes de propaganda que promueven la invasión intelectual, cultural e informativa de los infieles" y recalcando que no las reconoce como medios de comunicación.

"A partir de ahora, ningún empleado, presentador, oficina, equipo de noticias y periodista de estas cadenas tiene inmunidad alguna", subrayaron, advirtiendo de que "todos los reporteros y asociados de estas cadenas serán considerados personal enemigos, y todos sus centros, oficinas y equipos serán considerados objetivos militares que serán eliminados".

En respuesta, el responsable de la oficina en Afganistán de RSF, Reza Moini, ha reclamado "tanto a las fuerzas estatales como a las no gubernamentales que recuerden su obligación de proteger a los periodistas".

"Los ataques contra civiles, incluidos medios de comunicación y periodistas, son crímenes de guerra. De ahora en adelante pediremos explicaciones a las delegaciones talibán del extranjero, incluida la oficina en Doha, por cada ataque a un periodista o medio de comunicación", ha afirmado.

"Los países que alojen o tengan relaciones con estas delegaciones deben condenar firmemente el comunicado de ayer y utilizar todos los medios posibles para evitar posibles actos criminales por parte de los talibán hacia la prensa. De lo contrario serán también responsables de o que pueda ocurrir", ha remachado.

En esta misma línea se ha expresado la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Afganistán (UNAMA), que ha urgido a las partes en conflicto a proteger y respetar la libertad de expresión.

"El trabajo de los periodistas es fundamental a la hora de dar información independiente y exacta acerca del conflicto. Los periodistas han de contar con un grado máximo de protección por parte de los actores estatales y no estatales", ha dicho en su comunicado.

Por otra parte, RSF ha condenado el ataque perpetrado el 10 de octubre por el grupo yihadista contra la sede de la emisora Radio Safa en la localidad de Jalalabad (este), incidente que se saldó sin víctimas.

Un oficial de la seguridad de la provincia de Nangarhar ha asegurado que el grupo ha aumentado la presión a los medios de comunicación en la región. "Justo antes de este ataque, varios medios habían recibido llamadas de supuestos portavoces del Estado Islámico amenazándoles", ha apuntado.