Santos afirma que el diálogo de paz con las FARC persigue una "paz digna" y no "doblegar a la guerrilla"

"Nadie está sometiendo y arrodillando a la contraparte", ha subrayado Santos, al término de una reunión ante siete gobernadores y 19 alcaldes del departamento de Yopal en su capital, Casanare, y del Consejo de Ministros celebrado allí, según ha informado la emisora colombiana Caracol Radio.

Pero Santos ha enfatizado que el Gobierno colombiano no ha cedido "un centímetro" del territorio a las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Como argumento de peso, el presidente ha cifrado en 59 los jefes de ambas guerrillas muertos en combates contra el Ejército durante los últimos tres años.

Ante las críticas de la oposición 'uribista' sobre las negociaciones de paz en La Habana (Cuba) con las FARC, Santos ha rebatido siempre que las autoridades colombianas no han detenido el cerco militar a la guerrilla, que a finales del año pasado declaró un alto el fuego unilateral.

CONVERSACIONES DE PAZ

Las conversaciones de paz enfilan su ecuador tras más de reuniones en La Habana, en los que ha completado acuerdos de gran importancia como en materia agraria, asunto sobre el que escuda las FARC escudan su lucha armada, y materia de participación político.

En éste último, ambas partes se comprometieron a crear un estatuto de la oposición que establezca sus derechos, deberes y garantías, así como una reforma electoral que de cabida a la comunidad indígena de las zonas rurales mediante circunscripciones transitorias.

El diálogo de paz se reanudó el pasado 25 de noviembre, con una semana de retraso, con el tema de las drogas ilícitas sobre la mesa. Hace tres semanas se puso fin al 17º ciclo de conversaciones, que se saldó sin acuerdo.

Aún quedan por delante seis puntos a discutir, en base a la agenda establecida en las reuniones preliminares del 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, que tienen como objetivo poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, el más largo de Latinoamérica, en el que perdieron la vida más de 600.000 personas.