La UE avisa que las elecciones exacerbarán la crisis y también retira su misión electoral

"La decisión del Gobierno de Burundi de ignorar la última propuesta de la facilitación internacional liderada por la Unión Africana, la Comunidad del África del Este, la Conferencia Internacional de la región de los Grandes Lagos y Naciones Unidas de retrasar las elecciones constituye un hecho grave", ha avisado una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior que dirige Federica Mogherini.

En este contexto, ha anunciado que la UE "se ve obligada a retirar definitivamente su misión de observación electoral" y ha avisado que el Gobierno de Burundi se expone "entre otros a medidas adicionales en el marco del artículo 96 del acuerdo de Cotonou" que permite adoptar medidas en caso de incumplimiento del mismo e incluso llegar a suspenderlo, en línea con las conclusiones de los ministros de Exteriores del 22 de junio.

Los Veintiocho amenazaron con adoptar medidas restrictivas contra los responsables de acciones violentas, represión y violaciones de Derechos Humanos o pusieran trabas a la búsqueda de una solución política y pidieron a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE que "inicie los trabajos de preparación" para tales medidas restrictivas.

La UE, que anunció la suspensión de su misión de observación electoral el 28 de mayo por las restricciones a los medios, el uso "excesivo" de la fuerza contra los manifestantes y la intimidación a la oposición aunque dejó la puerta a reactivarla si se daban las condiciones, ha advertido este lunes del creciente riesgo para "los derechos y la seguridad de todos" los ciudadanos y ha avisado de que "no hay alternativa".

"Todos los burundeses deben seguir buscando una solución consensuada a través del diálogo y rechazando la violencia. La UE exhorta al Gobierno de Burundi a entrar en esta lógica", ha concluido la portavoz en la nota, en la que reitera el "pleno" apoyo de la UE a la mediación y deja claro que seguirá trabajando "estrechamente" con sus socios africanos y la ONU para ello.

La crisis estalló a finales de abril en respuesta a la intención del presidente, Pierre Nkurunziza, de volverse a presentar como candidato a las elecciones presidenciales del 15 de julio. La oposición cree que esta candidatura sería inconstitucional e incumpliría además el acuerdo de paz de 2005 que puso fin a la guerra civil.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), casi 127.000 personas han huido de Burundi hacia Tanzania, República Democrática del Congo y también hacia Ruanda, país con el que comparten una mezcla étnica similar y que sufrió un genocidio en 1994 en el que 800.000 personas fueron asesinadas.