UNICEF pide ayuda para evitar que empeore la ya de por sí precaria situación de los niños en Nepal

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha advertido de la necesidad de ayuda urgente, principalmente cobijo pero también ayuda sanitaria y médica, para atender a los miles de damnificados por el terremoto de Nepal, de los que alrededor de la mitad serían menores de edad, y ha expresado su temor de que la situación de por sí precaria de estos pueda empeorar.

En declaraciones a Europa Press desde Katmandú, la coordinadora del programa de protección de la infancia de UNICEF Nepal, Virginia Pérez, ha explicado que ya antes del terremoto de este sábado había problemas de "explotación infantil, tráfico de niños y violencia de género" por lo que en la agencia de la ONU temen que "vaya a peor". También existe un problema de malnutrición entre los niños nepalíes que "seguramente irá a peor y aumentarán los casos" tras lo ocurrido.

Según ha explicado Pérez, alrededor del 40 o el 50 por ciento de la población afectada por el terremoto son menores de 18 años. En estos momentos, ha añadido, es difícil realizar aún una valoración precisa de las necesidades a cubrir pero ha dejado claro que lo más prioritario es ofrecer cobijo, agua y saneamiento, así como alimentos y medicinas.

La responsable de UNICEF ha indicado que, en contra de lo que se piensa, "Katmandú no está tan afectado" sino que los daños se han producido principalmente en el valle de Katmandú y en especial en algunas localidades situadas en la falda de la montaña donde el acceso es más complicado.

En estos momentos, ha señalado, la carretera hacia Pokhara, la turística ciudad cerca de la cual ha sido localizado el epicentro, está abierta pero no está claro que se pueda acceder a las localidades de las montañas, de ahí el que el Gobierno nepalí haya pedido helicópteros para enviar ayuda.

SIN ACCESO A LA ZONA MÁS AFECTADA

Además, el hecho de que aún no se haya podido acceder a la zona más afectada, donde algunos testimonios apuntan a aldeas y pueblos completamente arrasados, hace difícil realizar una estimación precisa de los daños así como del número de víctimas y de las necesidades actuales de la población, ha aclarado Pérez.

Según ha dicho, se están empezando a crear los primeros campos de desplazados y será en ellos donde UNICEF instalará en los próximos días, a medida que llegue la ayuda, tanto escuelas temporales para que los niños no pierdan clase como espacios lúdicos en los que distraerlos. Igualmente importante es la prevención de casos de violencia que afecten a los menores.

También se trabajará en atención psicosocial así como en la reunificación de familias, un tema clave en opinión de Pérez, puesto que es muy importante reunir a los niños que han quedado separados de su familia por la tragedia y evitar que estos puedan terminar en los orfanatos del país, donde existen "muy malas condiciones". "Intentamos que los niños no acaben en instituciones sino que vayan a familias de acogida o sean acogidos por sus propios vecinos".

En cuanto a la atención sanitaria, la responsable de UNICEF ha señalado que por el momento los hospitales de Katmandú están funcionando y no se han visto afectados por el temblor, pero necesitan suministros médicos de emergencia para atender a los heridos.

"Nepal era ya antes del terremoto un país en el que la protección de la infancia era muy vulnerable y nuestro temor es que esto se multiplique ahora", ha reconocido Pérez, que confiesa que sigue con "los nervios a flor de piel" tras el primer temblor.

"La gente tiene más miedo a las réplicas" y en cuanto hay el más mínimo ruido o leve movimiento sale corriendo a la calle, ha explicado. La mayoría ha pasado la noche en la calle y la previsión es que en los próximos días llueva y bajen las temperaturas, ha alertado.