La embarcación nicaragüense abandona las aguas del Cayo Quitasueño

"El barco nicaragüense, que había estado en aguas de jurisdicción colombiana, ha salido después de que la Armada Nacional le hiciera una invitación pacífica y ya está en aguas nicaragüenses", ha dicho en una rueda de prensa celebrada en el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería.

Además, Holguín ha anunciado que el Ministerio de Exteriores de Colombia ha enviado una nota de protesta al nicaragüense, "que ha sido entregada en la tarde del jueves por la embajadora colombiana en Managua, Luz Stella Jara Portilla".

La canciller también ha querido matizar el comunicado del Ministerio de Exteriores de Nicaragua, en el que denuncia la "actitud hostil e intimidante" de las "naves de guerra colombianas" a la embarcación nicaragüense, al considerar que "no está ligado a la verdad".

"La Armada colombiana, siguiendo los procedimientos normales en este tipo de circunstancias, ha invitado a la embarcación nicaragüense a abandonar las aguas de jurisdicción colombianas y lo ha hecho de manera pacífica, de manera respetuosa", ha aclarado.

Interrogada por la prensa, Holguín ha considerado que "se trata de un acto de desesperación de Nicaragua en vísperas de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dicte un fallo (sobre el Cayo de Quirasueño), después de once años de proceso judicial".

A este respecto, ha advertido de que la Armada colombiana "seguirá ejerciendo su soberanía", así como defendiendo el 'statu quo' hasta que el alto tribunal dicte su fallo definitivo. "Entonces ya tendremos el límite marítimo con Nicaragua", ha explicado.

EL CONFLICTO

El Cayo Quitasueño es un islote ubicado en el Caribe y administrado por Colombia como parte del departamento de San Andrés y Providencia, que supone un gran aporte para el territorio marítimo del país iberoamericano.

Históricamente, han reivindicado su soberanía Estados Unidos, que en 1972 renunció a sus aspiraciones sobre el Cayo Quitasueño mediante la firma del acuerdo de Vázquez-Saccio, y Nicaragua, que todavía reclama para sí el territorio caribeño.

Colombia se basa en el tratado bilateral Esguerra-Bárcenas, que le atribuye la soberanía de todas las islas situadas al este del meridiano 82. Sin embargo, Nicaragua considera que este acuerdo es nulo, porque fue firmado en 1928, durante la ocupación de las tropas estadounidenses.

En 2001, Managua trasladó el conflicto a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que seis años después se declaró competente para conocer la disputa territorial. El alto tribunal todavía debe dictar un fallo definitivo.