Buen estudiante y amante del breakdance, así era el terrorista tunecino

Con su kalashnikov en la mano, el autor de la matanza de Susa pasea tranquilo por la playa tras cumplir la primera parte de su macabro plan. Después irrumpiría en los hoteles, para continuar con la carnicería, antes de morir abatido por los agentes.

Seifudin Rezgui se había despeido de los suyos un día antes, aunque nadie entonces entendió qué significaba ese adiós, porque, como dice su tío, sólo le gustaba estudiar. La policía interroga a los padres e investiga cada de rincón de la vivienda. Aseguran que Seifudin era un amante del fútbol y del breakdance, llegando a colgar en la red alguno de sus vídeos bailando.

Lo que llevó a este estudiante de 23 a dar un giro radical en su vida y perpetrar la matanza del viernes sólo tiene una explicación para la familia: que el ISIS le lavó el cerebro. Anoche, miles de tunceinos se manifestaron para condenar el atentado y desmarcarse del yihadismo.