La ONU culpa de crímenes de guerra, de actos atroces, tanto al Gobierno sirio, como a los opositores al régimen y al Estado Islámico. Dice que todos son responsables de aislar el país y de sitiar a los ciudadanos para que mueran, no sólo por las bombas, sino también de hambre. Sin embargo la guerra continúa. Ya han muerto en Siria 25.000 personas.