Dos niñas, de 7 y 9 años de edad, son enviadas a un suicidio bomba en nombre de la yihad. Sus padres, que son quienes deciden sacrificar a las pequeñas, son grabados mientras se despiden de ellas. Lo hacen porque “no importa lo joven que seas para unirte a la guerra santa”, dice su madre. Su padre le dice a la más pequeña que irá “al cielo”, así que afirma con un hilo de voz que no tiene miedo.