El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ha informado en un comunicado de un seísmo de 5,3 y ha situado su origen a una profundidad de 100 kiómetros. Por su parte, el Instituto Geofísico de Ecuador ha elevado a 5,8 la magnitud y ha reducido a 71 kilómetros la profundidad.