Los talibán tildan de "traición" la firma del ABS con EEUU y prometen que seguirán combatiendo

"Los títeres de los estadounidenses han desvelado su verdadera cara a la nación afgana. Hemos dicho en repetidas ocasiones que estas personas --en referencia al nuevo Gobierno-- son empleados a sueldo de Estados Unidos (...) para cimentar los intereses americanos en Afganistán y en la región", ha dicho el grupo a través de un comunicado.

"Ashraf Ghani (el nuevo presidente), sin dedicar sus pensamientos a cumplir sus responsabilidades con la nación o escuchar las voces de sus líderes religiosos, (...) ha firmado de forma obediente un documento oficial que esclaviza a este país", ha agregado.

En este sentido, los talibán han sostenido que "sus eslóganes por la paz han sido revelados y los afganos se dan cuenta ahora de que sus llamamientos a la reconciliación y la paz eran mentiras, mientras que los infieles que iban a abandonar el país tienen ahora una excusa para quedarse".

"Creemos firmemente que estos documentos no deben hacer que nuestros conciudadanos den la espalda a la sagrada 'yihad' ni tener un impacto negativo en la misma. Aclaramos una vez más nuestra postura sobre la ocupación: la presencia de fuerzas armadas infieles, sus estructuras militares y agencias de Inteligencia, así como su acceso no restringido por tierra y aire entran en conflicto con todos los principios religiosos, nacionales y humanos", han detallado.

"Hemos entregado nuestras vidas en línea con las normas de la religión de Dios Todopoderoso y nunca abandonaremos nuestras tareas de 'yihad' ante los ejércitos infieles", han recalcado en su comunicado.

"Como representantes de nuestra nación musulmana libre, orgullosa y combatiente, no sólo rechazamos este documento, sino que lo consideramos inválido y no vinculante para cualquier afgano", han valorado. "Nuestra 'yihad' continuará con la ayuda divina de Dios Todopoderoso", han remachado.

El primero de los convenios suscritos por el Gobierno afgano es el Acuerdo Bilateral de Seguridad (ABS) con Estados Unidos, que asegura la continuidad de las tropas norteamericanas y de otros países más allá de 2014. El segundo acuerdo "proporciona la base legal" para la nueva misión de entrenamiento, asesoramiento y asistencia.