Campos cree que la colaboración con Nóos surgió tras conversaciones de Camps y el Duque en varios actos

Así se desprende de la declaración que prestó Campos, en calidad de testigo, el pasado mes de julio en Valencia, ante el magistrado José Castro, encargado de investigar una supuesta trama en torno al Instituto Nóos, a la que ha tenido acceso Europa Press. En concreto, Campos tuvo que responder a preguntas relacionadas con la firma de un convenio entre Nóos y el Consejo para que Valencia fuera sede de unos Juegos Europeos.

Campos defendió en todo momento la legalidad de este convenio, por el que el Consejo pagó 6.000.000 euros, y explicó que las relaciones con Nóos surgieron a raíz de conversaciones entre Camps y Urdangarin en actos institucionales. En concreto, señaló: "Camps y Urdangarin habrían coincidido en más de un acto institucional y habrían hablado de la posibilidad de algún tipo de evento, y de ahí surgirían las cosas".

Así, indicó que poco antes del verano de 2005, con el "conocimiento" y la "aprobación" de Camps, se desplazó hasta la sede del Instituto Nóos, en Barcelona, junto al empresario Miguel Zorío --imputado en el procedimiento-- para reunirse con Urdangarin. En este encuentro, comentaron la posibilidad de colaborar en algún proyecto pudiera tener interés para la Comunitat. Al cabo de "poco tiempo", un par de meses, le comentaron la posibilidad impulsar unos Juegos Europeos en Valencia, algo que les pareció "bien".

Sobre este punto, el juez preguntó a Campos cuántas veces le había comisionado Camps para ir a otra ciudad de España "a preguntar a un señor si tenía en stock algún proyecto para la Generalitat". Al respecto, respondió: "ninguna". Entonces, el magistrado le interpeló cuál fue el motivo del viaje, y Campos reiteró que Camps y Urdangarin ya habían hablado de la posibilidad de colaborar en algún tipo de evento.

EL IMPULSO A LOS JUEGOS

Tras la reunión en Barcelona, Campos narró que en el debate de política general del 26 o 27 de septiembre de 2005 en las Cortes, Camps anunció como compromisos políticos y apuestas para el ejercicio 2006, entre otras muchas, el impulso de la celebración de los Juegos Europeos en la Comunidad.

Seguidamente, se firmó un convenio con el Instituto Nóos para comenzar con este proyecto. Sobre el mismo, Campos explicó en su declaración que los servicios jurídicos y la asesoría de Presidencia les aconsejaron la fórmula del convenio porque era "más transparente, más clara y más adecuada".

Por este convenio, el Consejo abonó seis millones de euros, que fue la cantidad que pidió el Instituto Nóos. Campos indicó que esta cantidad no les pareció, en comparación con otros eventos y otros proyectos de tal magnitud, "una cantidad desorbitada". "Nos pareció una cantidad razonable", dijo aunque admitió no haber pedido ningún informe previo sobre adecuación a precio de mercado del proyecto. Asimismo, señaló que la idea, el proyecto y la propuesta del Instituto Nóos tenía un plus "importantísimo" porque estaba Urdangarin.

Una vez firmado y puesto en marcha, el exvicepresidente señaló que durante el año 2006, a él le dieron explicaciones del proyecto en dos o tres o cuatro ocasiones. Así, se enteró de que hubo "dificultades" con el tema de los pagos o cobros, y al preguntar a Subsecretaría por este asunto, le comentaron que había facturas que entendían que no debían de atenderse. "Y yo dije, pues fenomenal", agregó.

"¿SIGO COMO TESTIGO, VERDAD?"

En un momento del interrogatorio, cuando Campos estaba respondiendo a preguntas del ministerio fiscal entorno a si leyó la documentación del proyecto, éste interrumpió y le preguntó al juez: "¿sigo como testigo, verdad?".

A esta pregunta, el magistrado le respondió que sí, pero le advirtió de que si creía que de sus respuestas podía derivarse alguna responsabilidad, le podía atribuir la condición de imputado y ello le permitiría incluso no declarar. Ante este ofrecimiento, Campos le respondió: "para nada, señoría", y siguió con sus declaraciones.