Castellà (Demòcrates) sobre Unió: "Han muerto unas letras y el proyecto de tercera vía"

El portavoz de Demòcrates de Catalunya, Antoni Castellà, ha asegurado que las siglas de Unió han muerto después de que el partido haya iniciado el proceso de liquidación, y también el proyecto de la tercera vía que encabezaba el exlíder democristiano Josep Antoni Duran.

En una entrevista de Europa Press, ha sostenido que las siglas del partido se perdieron con la escisión que los integrantes de Demòcrates protagonizaron hace un año y medio, aunque "ya hacía años que no significaban el proyecto con el que se inició Unió, en 1931".

"Han muerto unas letras y el proyecto de la tercera vía, pero no el espíritu de 1931. La Unió que quedó después de la escisión de hace un año y medio era mucho más heredera de la Lliga regionalista que de Unió", ha apuntado.

Según Castellà, la historia explicará que los fundadores de Demòcrates siguieron el espíritu de 1931, y que la Unió que quedó "fracasa finalmente siguiendo el espíritu de la Lliga regionalista".

Al preguntársele si han superado la etiqueta de ser los ex de Unió independentistas, Castellà ha apuntado que lo que han superado "definitivamente" es el proceso de la escisión, y ha apuntado que en su formación hay muchos miembros que no vienen del partido democristiano.

RELACIONES CON PDeCAT y ERC

Pese a la polémica con el PDeCAT por el nombre del partido y la salida de su concejal del grupo municipal que compartían en Barcelona, Gerard Ardanuy, ha destacado que las relaciones que mantienen ambas formaciones son buenas porque comparten la coalición de JxSí en el Parlament.

"Tenemos fricciones puntuales, pero somos dos formaciones que el día que alcancemos definitivamente un Estado competiremos electoralmente", ha sentenciado Castellà, destacando que mantienen con el PDeCAT y ERC una buena relación, con los que comparten el modelo de sociedad y el espíritu republicano de 1931 respectivamente.

Sobre Barcelona, ha explicado que, desde su voluntad de construir un proyecto propio, no se cierran a buscar confluencias "de todo tipo, con independientes, con el PDeCAT y ERC, para construir una alternativa potente y real" al gobierno municipal de Colau.

Este proyecto propio, según Castellà, debe tener Barcelona como capital de un futuro Estado catalán, y aprovechar el nuevo escenario como oportunidad para replantear la organización territorial y la movilidad de la ciudad y del resto de Catalunya, lo que implicaría reestructurar todo el urbanismo y los servicios que ofrece, entre otras cuestiones.