La Guardia Civil cree que uno de los acusados disparó al cazador de Belvís (Toledo) y el otro fue "colaborador"

Así lo ha declarado esta instructora este martes en el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia Provincial de Toledo contra R.G.G. y F.A.G. por estos hechos, asegurando que, en un informe realizado por la unidad a la que pertenece, se señalaba que ambos "fueron autores".

Tanto ella como otros miembros de la Guardia Civil que han declarado en el proceso han considerado también que R.G.G. era el que "llevaba la voz cantante" en los hechos y que su actitud durante la investigación era "notoriamente dominante" sobre F.A.G.

"TENÍA QUE SER CONOCEDOR"

Sin embargo, esta misma instructora ha manifestado que F.A.G. "tenía que ser conocedor" de los hechos que se iban a cometer y ha descrito que, en conversaciones telefónicas detectadas por la investigación, ambos acusados "hablaban y describían cómo podía estar el cuerpo de Antonio y de las huellas".

Por su parte, el jefe del Equipo de Policía Judicial de Talavera de la Reina ha insistido en que "llamaba la atención el carácter dominante" de R.G.G sobre F.A.G., asegurando que este tenía "más que miedo, pánico" del primero.

A pesar de ello, ha coincidido tanto con la instructora como con otros agentes de la investigación en que la tumba en la que se enterró el cadáver de Antonio Fernández "lo hicieron dos personas", añadiendo que, a su juicio, "era imposible que en un día mataran a la persona e hicieran el agujero".

LAS ARMAS SERÍAN DE R.G.G.

También ha manifestado que es "clarísimo" que las armas encontradas durante la investigación en distintos zulos repartidos por toda la finca en la que fue encontrado el cuerpo del fallecido eran de R.G.G. y , respecto a la acusación que pesa sobre ambos por robo con violencia, ha explicado que "si alguien se trae un visor y unos prismáticos, objetos de mucho valor, y los deja bien guardados, enterrados y en perfectas condiciones, es para volver a ser usados".

Mientras, uno de los guardias civiles del puesto de la Guardia Civil de Belvís de la Jara ha explicado que durante las primeras búsquedas de Antonio Fernández tras su desaparición, los agentes tomaron la decisión de separar a R.G.G. y F.A.G., afirmando que estos "estuvieron mareando la perdiz" y que "no aportaron nada".

Asimismo, ha relatado que F.A.G. "parecía que se iba a derrumbar" cuando estaba manteniendo una conversación con varios agentes. "Tenía los ojos vidriosos, pero vio a R.G.G., se rehizo y dejó de colaborar", ha continuado.

Además, todos los agentes han coincidido en que F.A.G. fue el que desveló el lugar donde había sido realizado el disparo y en el que se encontraba enterrado el cuerpo, revelando detalles tales como "la posición de la cabeza y los pies" en el enterramiento.

"AMBOS REALIZARON EL HOYO"

Finalmente, uno de los agentes miembros del Equipo de Policía Judicial de Talavera de la Reina también ha mantenido la hipótesis de que ambos realizaron el hoyo en el que el cadáver de Antonio Fernández fue enterrado.

Este guardia civil, encargado de las diligencias del posicionamiento de los teléfonos móviles de R.G.G. y del fallecido durante los hechos, ha explicado que este posicionamiento indicaba que "no dio tiempo material para matarlo, desnudarlo, meterlo en el saco, enterrarle y plantar trozos de ramas encima, para posteriormente esconder las armas, la ropa y las herramientas". "No hay tiempo material para hacer el agujero", ha reiterado.

Además, respecto al papel de la mujer G., que fue citada por ambos acusados en su declaración de este lunes, este agente ha opinado que "había indicios de que era conocedora de los hechos".

A este respecto, ha apuntado que, en las conversaciones telefónicas intervenidas en el marco de la investigación, G. "hablaba de crimen y de sacar a Antonio de la tierra en algunas ocasiones", así como le decía a R.G.G. que "tuviese cuidado por si había vigilancia en la finca".