Javier Fernández (PSOE) confía en el "instinto político" de Susana Díaz

"Está claro que el Rey ha sabido conectar con la gente ", apunta sobre Felipe VI

Dice que si Mas organiza un plebiscito generará "tensiones más duras y brutales" en Cataluña

El presidente del Gobierno del Principado de Asturias y candidato a la reelección, el socialista Javier Fernández, ha mostrado este domingo su plena confianza en que su compañera del PSOE, Susana Díaz, forme gobierno en Andalucía. Fernández apoya su afirmación en el "instinto político" y la "determinación" de la andaluza.

Al contrario que en Asturias, en Andalucía se permite votar 'no' en la investidura del presidente. El reparto de fuerzas en el parlamento andaluz podría negar a Susana Díaz la posibilidad de ser presidenta si todos los grupos de la oposición votan en contra.

Sin embargo, Javier Fernández, que gobierna en Asturias con 17 de los 45 diputados autonómicos, no cree que vaya a darse esa posibilidad. Preguntado por si le daría algún consejo a Susana Díaz, dada su experiencia en negociaciones con otras fuerzas parlamentarias, Javier Fernández ha respondido que Díaz "no necesita consejos, porque ella ya tiene mucha determinación e instinto político".

Ha reconocido, no obstante, que estos momentos resultan muy difíciles para negociar, dado que los diferentes partidos políticos, con sus estrategias, no son proclives a llegar a acuerdos en este periodo preelectoral. A pesar de todo, Fernández está convencido de que la investidura de Díaz "llegará".

Se basa en que los resultados de las últimas elecciones en Andalucía han sido muy reveladores: "el mandato ha sido tan claro en relación a quién tiene que gobernar, que no me imagino que ningún partido quiera cargar con la responsabilidad de llevar a las urnas otra vez a los andaluces".

CATALÁ

Preguntado sobre las reflexiones del ministro ministro de Justicia, Rafael Catalá, que habló esta semana de abordar el debate sobre si debe sancionarse publicar informaciones bajo secreto y la filtración, Javier Fernández cree que cometió una "metedura de pata brutal" y "no midió" lo que estaba diciendo.

Javier Fernández, cuando escuchó a Catalá, pensó inmediatamente en la lista de más de 700 defraudadores investigados por Hacienda que todavía no ha sido publicada. "No se puede pedir a un periodista que se calle una información que es de interés público; eso es inasumible en una democracia", ha afirmado Fernández.

Detrás de los comentarios de Catalá, Fernández percibe además cierto poso ideológico del PP. "La derecha siempre intenta convertir la seguridad en ideología, ha ocurrido siempre", ha apuntado.

¿VUELVE EL LADRILLO?

En materia económica, y tras los últimos indicadores económicos que señalan un repunte en los precios de los inmuebles, Javier Fernández ha explicado que una cosa es "volver al ladrillo" y otra diferente es "volver a la burbuja".

En este sentido, ha recordado que en España siempre se ha salido de las crisis con una devaluación interna, medidas estructurales y apoyándose en el sector de la construcción. De esta forma, ha considerado que el mencionado sector volverá a resultar "decisivo" para recuperarse, aunque ha dejado claro que hay que evitar cualquier tiepo de "especulación".

De esta forma, el mandatario asturiano ha insistido en la necesidad de aprender del pasado e invertir en activos productivos y no en esa especulación que tanto daño ha hecho. Durante los años del 'boom' inmobiliario en España había una inversión "brutal" de hasta el 30 por ciento del PIB. "El problema era que una gran parte se financiaba con recursos ajenos y que, sobre todo, esa inversión no estaba destinada a generar activos productivos sino a buscar las plusvalías", ha explicado.

Javier Fernández, que en el PSOE preside el Consejo para la Transición Industrial y Energética, también ha respondido sobre los problemas de la industria en España, incluida Asturias, y los riesgos de deslocalización.

Esa "amenaza" de que las empresas puedan irse es algo a lo que hay que acostumbrarse, según ha explicado Fernández, en un mercado globalizado como el actual. La realidad es que las empresas "hacen competir entre sí" a las plantas que tienen instaladas en distintos países. Esa estrategia de las multinacionales afecta a la capacidad de los trabajadores, a su productividad y a sus salarios.

Las administraciones públicas difícilmente pueden evitar eso, ha admitido, pero sí pueden hacer que las plantas industriales no estén en desventaja por culpa de unos costes de electricidad que están más altos en España que en otros países.

MONARQUÍA

En el mes de junio se cumplirá un año desde que Felipe VI fue proclamado rey de España. A lo largo de este tiempo, según Javier Fernández, el monarca ha conseguido mejorar la opinión de la Corona. "Está claro que el Rey ha sabido conectar con la gente y dar a la Corona la orientación adecuada", ha considerado.

Preguntado sobre si España debería ser una república, Javier Fernández ha tirado de experiencia y ha puesto en valor el proceso de transición en el que "todo el mundo renunció a algo" en España. A pesar de las críticas que está recibiendo ahora la transición por algunos dirigentes políticos, por ejemplo de Podemos, ha afirmado que aquel proceso, sin ser perfecto, sirvió para que España tenga hoy una democracia homologable a cualquier país de su entorno. "La transición propició que esta sea la mejor España que hemos tenido nunca", ha comentado.

"A mí lo que me preocupa es la calidad de esa democracia. ¿Habría más calidad democrática en España con una república", se ha preguntado, antes de recordar que otros países como Holanda o Suecia también tienen monarquías. "¿Son sus democracias de menor calidad que la boliviana o la argentina?", ha interpelado.

La clave del asunto, a juicio de Javier Fernández, no es que exista una república en el sentido formal. Se trata de una cuestión "de valores". El republicanismo, ha explicado, defiende asociar la ciudadanía con derechos y obligaciones, no tanto con una forma u otra de la jefatura del estado.

CATALUÑA

Javier Fernández también se ha referido a las tensiones territoriales en España, en concreto al separatismo catalán y el panorama que se dibuja en un escenario de elecciones en Cataluña. "A mí me gustaría que España fuese como Francia en cuanto a sus identidades territoriales, pero la realidad es que no lo es", ha reconocido.

De esta forma, el líder socialista asturiano considera que en España, con esas particularidades que hace que no se puede centralizar la identidad, tampoco se puede centralizar el poder. "El nacionalismo es un sentimiento y yo creo que no se debe gobernar con el sentimiento; pero no debemos olvidarnos de que existen", ha comentado Fernández.

Posteriormente, ha explicado que las diferentes identidades que existen en España deben "sumar" y no restar, a partir de una idea de país federal "que ya es". Considera que habría que adaptar la Constitución para reconocer ese carácter federal.

Pero más en lo concreto, Fernández no ve con buenos ojos que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, plantee unas elecciones plebiscitarias, en el sentido de que supongan que los catalanes den un 'sí' o un 'no' a la independencia. "Si Mas va a unas elecciones plebiscitarias generará aún unas tensiones mucho más duras y más brutales en Cataluña; debería reflexionar, porque nos llevaría aún más a una confrontación entre la parte y el todo" ha advertido.

Fernández ha insistido en que la única salida es la de una España federal que tenga en cuenta la realidad de las identidades. Todo con el objetivo de acabar con las tensiones actuales. "Estamos en la Unión Europea y no podemos plantear un futuro neomedieval en el que aparezcan nuevos reinos, condados o repúblicas aristocráticas, se llamen Escocia, Catalunya, Escocia o Flandes; no puede ser", ha reflexionado.