La OTAN confía en que antes de finales de año se lancen otros 10 proyectos de cooperación multinacional

"De aquí a finales de año tenemos muchas posibilidades --porque los países tienen mucho deseo de avanzar-- de tener 10 proyectos más que se agregarán a la lista, relacionados con la protección de las fuerzas, la lucha contra los artefactos explosivos improvisados, las ambulancias blindadas y la utilización específica de reservas, lo que es una gran novedad", ha explicado Abril en rueda de prensa.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN aprobaron en la cumbre de mayo de Chicago colaborar en 22 proyectos multinacionales para mantener las capacidades de defensa existentes y adquirir nuevas de manera conjunta, como forma de sortear los recortes generalizados por la crisis en los presupuestos de defensa de la mayoría de los aliados. Se han añadido dos más desde entonces, sin contar con los diez nuevos proyectos que esperan lanzar.

Entre los proyectos que acordaron lanzar destaca sobre todo el proyecto del escudo antimisiles en el que España participará a través de la base de Rota, que acogerá cuatro destructores estadounidense dotados con el sistema antimisiles AEGIS y el sistema de Vigilancia Terrestre de la OTAN (AGS). Esperan ponerlo en marcha entre 2015 y 2017 a partir de la adquisición conjunta de cinco aviones no tripulados por parte de 13 aliados para mejorar las capacidades de inteligencia, reconocimiento y vigilancia conjuntas, que fueron críticas para la operación en Libia.

Otros de los proyectos acordados se centrarán en la adquisición conjunta de robots controlados a distancia para neutralizar artefactos explosivos improvisados, una de las principales amenazas en Afganistán, o en la puesta en común de aviones de patrulla marítima para mejorar las capacidades de vigilancia o para promover la defensa aérea conjunta.

"Ya hay 24 proyectos que se están implementando. La puesta en marcha ha comenzado y avanza bien. Algunos son a muy largo plazo y hace falta que las naciones definan bien cómo quieren cooperar" en uno u otro proyecto, ha explicado Abrial, que dejará el cargo el próximo 28 de septiembre.

El general galo ha destacado los progresos en el proyecto para "utilizar mejor los aviones de patrulla marítima y coordinar mejor la utilización de estos medios" con la puesta en marcha el pasado 1 de julio de "una célula de activación", así como en el proyecto para garantizar el tratamiento médico en operaciones en estrecha colaboración con la UE. "En este ámbito ya tenemos adoptado un concepto de operaciones y de las necesidades", lo que permitirá comenzar a desarrollar los diferentes módulos de los hospitales de campaña multinacionales, ha explicado.

Abrial también ha subrayado los progresos alcanzados para garantizar "un interfaz universal" para poder acoplar bombas inteligentes en distintos aviones de ataque después de que la OTAN ya haya aprobado "un estándar" para desarrollarlo.

"Son tres ejemplos concretos del trabajo que progresa y resultados tangibles", ha explicado, al tiempo que ha apostado por que los aliados creen "una centro de incubación de nuevas ideas" para desarrollar proyectos en el futuro, siempre con el objetivo de preservar las capacidades de defensa existentes y colaborar en la adquisición de nuevas capacidades que no podrían ser compradas por un único país.

Respecto al programa para mejorar la defensa aérea aliada, otro de los proyectos "estrella" acordados, Abrial ha reconocido que el proyecto avanza más lentamente "por las implicaciones políticas muy evidentes" y las necesidad de "encontrar un equilibrio entre solidaridad y soberanía", así como por decidir "si habrá adquisición o no" de nuevas capacidades y "de qué forma". "No hay resultados concretos hoy sobre la mesa, pero las discusiones avanzan bien", ha precisado.

Abrial ha reconocido que los recortes generalizados en la mayoría de los países aliados por la crisis --no alcanzan a destinar el 2% de su PIB a la defensa pese al compromiso-- son un motivo de "preocupación" y tendrán un impacto "duradero" tanto para la seguridad de los países individuales como de la OTAN en su conjunto.

El general francés ha insistido en que los aliados deben tener como "prioridad" preservar y desarrollar las capacidades de defensa, mejorar la interoperabilidad de las fuerzas y equipos y promover la flexibilidad intelectual y técnica necesaria para encarar "cualquier sorpresa estratégica en el futuro". "Y esto hay que hacerlo juntos", ha insistido. "La formación es de importancia capital", ha apostillado.

Abrial ha restado importancia al hecho de que haya "países más avanzados tecnológicamente que otros". "Lo importante es poder trabajar juntos", ha insistido.

Los líderes aliados también acordaron en la cumbre de Chicago reforzar los ejercicios conjuntos, el entrenamiento y la educación de sus fuerzas militares para garantizar que mantienen la eficacia y su capacidad de combate ante el repliegue próximo de Afganistán, así como la cooperación entre sus fuerzas especiales y el uso de la Fuerza de Respuesta Rápida de la Alianza, una fuerza multinacional de hasta 25.000 efectivos que debe poder desplegarse en menos de cinco días durante un periodo de 30 días.