Obama llamará al presidente surcoreano para expresarle su apoyo tras el ataque

El portavoz de la Casa Blanca, Bill Burton, indicó que Obama, de visita oficial en el estado de Indiana, se encuentra "indignado" por el ataque, que causó dos bajas militares a Corea del Sur y supone uno de los de los peores incidentes entre los dos países vecinos y enemigos desde el final de la Guerra de Corea en 1953.

El presidente estadounidense se enteró del ataque norcoreano cuando fue informado por su consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon, en plena noche, sobre las 08.55 GMT, según Burton.

El portavoz reafirmó el apoyo firme de Washington a Seúl tras el ataque, y afirmó que Corea del Norte sigue un "patrón que es provocativo" y este último incidente "forma parte de él".

De momento, el presidente no tiene previsto hacer una declaración oficial sobre el ataque, de acuerdo con la Casa Blanca.

El Pentágono, mientras, ha dicho que era "prematuro" decir si el el Ejército de EE.UU. está evaluando alguna acción en respuesta al ataque o intensificar las medidas para disuadir a Corea del Norte.

El portavoz Dave Lapan indicó que no se han trasladado más efectivos militares al área por el ataque norcoreano y no quiso revelar si las fuerzas se encuentran en estado de alerta, según los medios de comunicación locales.

Estados Unidos todavía tiene a unos 28.000 soldados desplegados en Corea del Sur tras la Guerra de Corea (1950-1953).

Horas antes, la Casa Blanca condenó con firmeza el ataque e instó a Corea del Norte a cesar su actitud "beligerante" y a cumplir los términos acordados en el armisticio.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reiteró el "firme compromiso" de Estados Unidos con "la defensa de nuestro aliado, la República de Corea, y con el mantenimiento de la paz y la estabilidad regional", al tiempo que aseguró que el Gobierno está en contacto "estrecho y continuo" con Seúl tras el ataque.