El Pentágono hace más difícil la expulsión de homosexuales de las Fuerzas Armadas

"Todos los casos que están abiertos al día de hoy serán revaluados" de acuerdo con la nueva política, dijo Gates en una rueda de prensa junto con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Michael Mullen.

Según las reglas actuales, vigentes desde 1993, los homosexuales pueden servir en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos siempre que no revelen su orientación sexual o que otra persona no lo revele.

De acuerdo con las nuevas normas, que entraron en efecto hoy mismo, las Fuerzas Armadas ya no abrirán investigaciones para descubrir si un soldado es homosexual o no con base en denuncias anónimas, sino que éstas deberán realizarse bajo juramento.

Además, "se prestará atención especial a terceras personas a quienes les motive hacer daño al soldado", explicó Gates. A la hora de probar la homosexualidad de un soldado tampoco se aceptará información confidencial de abogados, clérigos o médicos.

Asimismo, los casos deberán ser revisados por oficiales de alto nivel.

La nuevas reglas son una medida de transición hasta que el Congreso decida si cambia la legislación para permitir a los soldados homosexuales revelar su orientación sexual, como ha pedido el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

La prohibición de que digan que son homosexuales "sigue siendo la ley vigente y estamos obligados a cumplirla. Al mismo tiempo, estos cambios nos permitirán aplicarla de forma justa y más apropiada", dijo Gates.

Las organizaciones que defienden los derechos de los homosexuales recibieron el anuncio positivamente.

Joe Solmonese, el presidente de Human Rights Campaign, la mayor asociación de este tipo en Estados Unidos, lo calificó como "un paso positivo en el camino hacia la derogación este año" de la ley.

El Pentágono lleva a cabo actualmente un estudio sobre la supresión de esa restricción, pero Gates enfatizó: ese análisis "no es sobre si deberíamos hacerlo, sino cómo lo haríamos".

El secretario del Pentágono dijo no recomendar al Congreso que cambie la ley antes de que se complete el estudio, el 1 de diciembre. "Hacerlo con precipitación acarrea muchos riesgos", alertó.

Desde 1993 las Fuerzas Armadas estadounidenses han expulsado a más de 13.500 soldados tras descubrirse que eran homosexuales.