Puigdemont no proclamará la independencia sin "el voto de la gente y más del 50%" de apoyo

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado este jueves que no habrá una proclamación efectiva de la independencia de Cataluña sin "el voto de la gente y más del 50%" del apoyo en las urnas, por lo que ha descartado una vía unilateral.

"No habrá una proclamación efectiva de la independencia de Cataluña sin que haya una pantalla democrática", prevista para la próxima legislatura, ha destacado Puigdemont en una entrevista de la Cadena Ser recogida por Europa Press.

Que la culminación de la hoja de ruta independentista deba refrendarse, "no significa que ahora no haya que sacar adelante todas las leyes necesarias", las cuales Puigdemont se compromete a impulsar en su programa de gobierno.

"Lo que se entiende por proclamación efectiva va a ser después del referéndum de la Constitución, que no va a ser dentro de 16 meses, sino que habrá elecciones constituyentes antes", y será el Parlament y el Govern resultantes de esos comicios los que deberán encargarse de redactar la nueva Carta Magna para que la valoren los ciudadanos.

El Govern "siempre ha dicho que el proceso empieza y termina en las urnas", por lo que no emprenderá ninguna decisión sin consultarla antes a los ciudadanos, ha dicho al ser preguntado por si contempla la desobediencia y la unilateralidad.

Preguntado por si se frenará la hoja de ruta independentista si el nuevo Gobierno central acepta un referéndum, ha dudado de que pueda lograrse una propuesta así, pero ha añadido: "Si la estrategia es el referéndum, nos pondremos todos de acuerdo en hacer el referéndum seguro".

NO HABRÁ DESOBEDIENCIA

Puigdemont no emprenderá la vía unilateral y tampoco desobedecerá ninguna ley, sino que se centrará en "obedecer las leyes catalanas, el Estatut y la voluntad del pueblo de Catalunya", y ha retado a encontrar alguna vulneración de la legalidad en la acción del Govern.

Incluso la Conselleria de Exteriores, recurrida por el Gobierno central y suspendida por el Tribunal Constitucional (TC), "es plenamente legal", así como las atribuciones de su titular, Raül Romeva, cuyo decreto de nombramiento no ha sido recurrido y sigue vigente.