Sáenz de Santamaría afirma que Zapatero ha ido al debate a "pasar dos días"

"Es una pena que este país esté tan mal dirigido", ha señalado la portavoz de los diputados del PP tras terminar el debate sobre el estado de la nación, que comenzó ayer con el cara a cara entre Zapatero y Mariano Rajoy y terminó hoy con la respuesta del presidente del Gobierno a los integrantes del Grupo Mixto.

A su juicio, por tanto, el jefe del Ejecutivo ha perdido su particular duelo con el líder del PP, y por esta razón, ha sentenciado que la legislatura se encuentra ya en su "descuento".

Sáenz de Santamaría ha expresado su deseo de que haya un "presidente creíble" y ofrezca con claridad "qué es lo que hay que hacer" para dejar atrás la crisis.

Ha añadido que si Rajoy pidió ayer la convocatoria de elecciones cuanto antes, fue porque eso es "lo que se dice en la calle".

"Así no se aguanta, no hay esperanza y no hay salida y quizá lo mejor sea unas elecciones", ha puntualizado.

La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, ha insistido en esta idea al considerar "imprescindible" que se disuelvan las Cortes y se convoquen elecciones, porque el Gobierno actual, en su opinión, no ofrece expectativa alguna de futuro a los ciudadanos.

"Zapatero no tiene nada que ofrecer, no hizo ninguna propuesta, y es necesario que venga un Gobierno que tenga credibilidad y saque a España de la crisis", ha añadido.

Preguntada por los apoyos que pueda tener el Ejecutivo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado del año que viene, la portavoz del PP en el Congreso ha precisado que lo único que se sabe del proyecto presupuestario es que con él Zapatero "pedirá nuevos esfuerzos a los españoles".

Para Sáenz de Santamaría, el presidente debió haber concretado esos "esfuerzos" durante su intervención de ayer en el debate sobre el estado de la nación. "Podía haber tenido la valentía y la gallardía de haberlo dicho en el debate", ha manifestado.

En respuesta a la pregunta de los informadores, la portavoz del grupo popular ha indicado que, desde su posición, ve a "pocos grupos dispuestos a ser partícipes de la estrategia de Zapatero".