Testigo en el juicio a cinco policías acusados de abusar de internas del CIE de Málaga dice que no vio nada extraño

Una limpiadora en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Málaga ha declarado este jueves como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia contra cinco policías nacionales, acusados de abusar sexualmente de internas de dicho centro, y ha asegurado que ella no vio nada extraño en el tiempo que estuvo trabajando allí, a donde acudía los fines de semana.

Así, ha afirmado que no se encontró preservativos ni restos de fiestas o alcohol en las dependencias cuando las limpiaba, al tiempo que ha asegurado que se enteró de esta investigación cuando la llamaron a declarar, apuntando que: "me pareció todo irreal, porque yo lo que veía era normal". Ha negado que declarara que una de las internas le había dicho que abusaban de ellas.

Al respecto, a preguntas de una de las defensas, ha indicado que sintió en el interrogatorio que le hicieron los investigadores que estaban dirigiendo su declaración y que "intentaban que dijera cosas que yo no les podía decir". En esta línea, ha declarado el que fuera jefe de grupo de los agentes acusados, quien ha llegado a decir que sufrió "acoso" en el interrogatorio.

"A mí me hicieron tales coacciones por parte de mis compañeros que hubiera firmado cualquier cosa", ha testificado este agente, que fue detenido, aunque quedó en libertad el mismo día. Ha incidido en que firmó lo que le dijeron y que en el juzgado sólo le preguntaron si se ratificaba en lo ya declarado, "y dije sí por la nube en la que yo estaba", por lo que entiende que la declaración es "nula".

Ha admitido que a las mujeres sí se les dejaba llamar por la noche desde un móvil, pero desde su propio módulo, porque "armaban el escándalo si no se les daba lo que pedían" y los hombres no. Ha indicado que el principal problema era la falta de mujeres policías los fines de semana y ha asegurado que todas las deficiencias, tales como los fallos en las cámaras de seguridad, se comunicaban al superior directo, pero no las atendió.

También ha declarado, pero en este caso como testigo protegida, otra limpiadora, la cual ha dicho que no recordaba bien lo sucedido, porque había pasado mucho tiempo desde que prestó declaración; advirtiéndole uno de los magistrados de que si tenía "miedo" estaba obligada igualmente a decir la verdad sobre lo que se le estaba preguntando.

Sí ha admitido que en determinados momentos se habían encontrado preservativos y restos de cenas, aunque ha precisado que ella no estuvo trabajando en los meses de verano de 2006, cuando supuestamente sucedieron los hechos que se enjuician y por los que la Fiscalía acusa a los cinco agentes de abusar de las internas, aprovechando su condición de policías.