Un administrador concursal constata una facturación alta e injustificada a CDC

Al declarar este lunes como testigo y perito, el abogado de estas empresas le ha preguntado si las facturas de CDC, de 804.000 euros en cuatro años, podían corresponder a buzoneo por elecciones generales en que se envían cartas a millones de personas: ha respondido que en ese caso deberían haberse enviado "a muchos millones, casi como la Comunidad Económica Europea".

Según el escrito de acusación de Fiscalía, estas empresas facturaron mendazmente 2,3 millones de euros a CDC y fundaciones de su órbita, y estas facturas "han constituido el soporte documental mendaz con el cual se ha vestido la salida de parte de los fondos entregados por Ferrovial al Palau con destino final CDC".

El fiscal sostiene que se hicieron llegar los fondos aportados por Ferrovial al Palau a través de estas empresas mediante donaciones de un total de 775.000 euros, y retiradas de dinero en efectivo, y de hecho los tres responsables de estas empresas, acusados, explicaron que hacían estas donaciones para ayudar al partido.

El administrador concursal ha confirmado que los importes de las facturas eran muy altos y se llegaban "a multiplicar por 1.000" respecto a las de clientes habituales, además de que las facturas eran por conceptos vagos y genéricos, mientras que en otros clientes salían muy especificados.

Precisamente sobre eso, el administrador tiene "dudas" de su veracidad porque no se le ha justificado por qué se facturaban importes tan elevados --de hasta 300.000 euros-- cuando cualquier empresa seria exigiría una facturación detallada.

También ha constatado irregularidades en los alquileres que pagaban New Letter y Letter Graphic por los locales y la maquinaria a la empresa matriz Mail Rent, que eran "excesivos" en relación al valor de estos activos.

"Mail Rent factura estas cantidades para neutralizar el efecto impositivo sobre el impuesto de sociedades que podía derivarse de la facturación alta a CDC y Orfeó", ha justificado.

También ha confirmado el "inusual" movimiento de dinero en efectivo a través de la cuenta de caja que solo se explicaría en el caso que fuera una empresa de ventas al por menor.

"Es muy difícil de asumir por qué y a santo de qué hay operaciones en efectivo de tal volumen", ha dicho el administrador, y que, según el fiscal ascienden a 1,3 millones de euros --cuyo destino se desconoce-- y salían de la cuenta anónima 'Deudores y varios'.

OTROS TESTIGOS

La testigo María Isabel Martínez, que fue secretaria de la exdirectora de patrocinios del Palau, Rosa Garicano, ha negado conocer a estas empresas gráficas y ha certificado que la empresa con la que hacían trabajos de mailing y buzoneo era otra, y por importes muy inferiores.

Un conserje del Palau que después pasó a ser jefe de sala, Ramon Bagés, ha explicado, igual que hicieron en sesiones anteriores otros conserjes, que entre sus labores estaba ir a cobrar cheques en efectivo en ventanilla a varias entidades bancarias de cuentas del Palau, y que lo hacía a petición del departamento de presidencia (Fèlix Millet), del departamento de contratación (Jordi Montull) y del departamento de contabilidad.

Ha asegurado que las cantidades podían llegar a los 100.000 euros y que "iba por la calle con mucho miedo" al llevar estas elevadas cantidades, que entregaba al departamento que le había hecho el encargo.