El director del CNI sugiere al Congreso dotarse de un sistema contra escuchas

Así lo ha comentado el jefe de los servicios de inteligencia española al presidente del Congreso, Jesús Posada, durante su comparecencia en la Comisión de Gastos Reservados --que preside el propio Posada-- para dar cuenta de todos los detalles que rodean al presunto espionaje de Estados Unidos a nuestro país y para aclarar si el organismo que preside colaboró con la NSA norteamericana.

NO SE HA ESPIADO A POLÍTICOS NI A EMPRESARIOS

A preguntas de los portavoces parlamentarios, Sanz Roldán ha afirmado tajantemente que en España no ha habido escuchas ni a políticos ni a empresarios y ha recalcado que tampoco ha habido motivos para solicitar autorización sobre esto, precisaron las citadas fuentes.

De esta forma, ha venido a zanjar las denuncias que tanto IU como Amaiur han realizado en los últimos días. La coalición abertzale asegura incluso sentirse espiada dentro del Congreso, una queja a la que el PP no otorga ninguna credibilidad.

El Congreso no dispone de un sistema permanente de contravigilancia en sus comunicaciones y lo que sí hacen las fuerzas de seguridad destinadas en la Cámara es algún barrido de micrófonos en las dependencias reservadas al Gobierno cuando se acoge una reunión del Consejo de Ministros, como ocurrió el pasado jueves.

EN ESPAÑA LOS EDIFICIOS ESTÁN MUY ALEJADOS UNOS DE OTROS

Pese a negar que se haya espiado a políticos, Sanz Roldán sí ha aconsejado a Posada, presente durante sus explicaciones en la Comisión, que "por seguridad" el Parlamento debería hacerse con un sistema antiescuchas, aunque no ha dicho que las sedes tanto del Congreso como del Senado contemplen ningún riesgo de ser espiadas.

En este punto, el director del CNI ha explicado que Estados Unidos lo ha tenido fácil a la hora de interceptar comunicaciones en Alemania debido a la cercanía de edificios oficiales como ministerios o el Parlamento de la Embajada norteamericana.

Sin embargo, ha dejado claro que en España sería prácticamente imposible debido a lo alejados que están unos edificios de otros. Así, ha puesto como ejemplo el Palacio de la Moncloa o la Zarzuela, donde no hay edificios oficiales cercanos. El Congreso, en cambio, está en el centro de Madrid.