En libertad el presunto pederasta pendiente de juicio tras "justificar" su paso por un hospital

Así lo ha indicado este lunes a Europa Press su abogado, Manuel Ozáez, que ha relatado que, según le ha explicado su cliente, el mismo jueves se personó de forma voluntaria en una comisaría de la ciudad en la que reside actualmente, "a más de 200 kilómetros" de Jaén, a explicar su situación y los motivos por los que no se había personado en el juicio.

En la comisaría "le indicaron que volviera al día siguiente a primera hora de la mañana, seguramente porque aún no habría llegado la orden de busca y captura", según su abogado, a quien su cliente le ha explicado que el día del juicio "salió sobre las 7,00 horas" de su casa para llegar a tiempo a la vista, señalada para las 10,00 horas y que se iba a celebrar a puerta cerrada en el Juzgado de lo Penal número tres.

Sin embargo, "se puso malo, llegó hasta caerse al suelo y tuvo que ser trasladado a un hospital, donde estuvo ingresado unas horas, hasta por la tarde", ha abundado Ozáez apoyándose en el testimonio del acusado, con quien pudo hablar primero el mismo jueves por la mañana, cuando se encontraba "mareado", y luego ya al final del día.

Así las cosas, el encartado "ha justificado que estuvo en el hospital y ha quedado en libertad", pendiente de que se señale una nueva fecha para el juicio suspendido el jueves, que podría celebrarse a principios de diciembre por lo que le ha indicado el procesado a su abogado, si bien a éste aún no le han notificado nada al respecto desde el referido Juzgado de lo Penal.

Dicho juicio pendiente de celebrar se centra en un presunto delito continuado de abusos sexuales; otro, también continuado, de exhibicionismo y provocación sexual, y un tercero de tenencia de material pornográfico con menores, hechos por los que la acusación particular y la Fiscalía piden seis y cuatro años y medio de cárcel para el encartado, respectivamente.

A.B.G. fue detenido en diciembre del año pasado acusado de haber abusado de menores de edad a partir de unos vídeos sustraídos en el interior de su domicilio de Jaén, e inicialmente quedó ingresado en prisión, si bien en enero el Juzgado de Instrucción número dos de la capital determinó su puesta en libertad provisional después de que el joven que había entregado los vídeos reconociera que había accedido a la vivienda del acusado "con la única y exclusiva finalidad de encontrar pruebas que incriminen al imputado y hacerlas llegar a la Policía".

Al hilo de esta confesión, el juez que dejó al acusado en libertad entendía que las grabaciones en las que se sustenta la investigación "pueden ser consideradas prueba ilícita y no puedan ser tenidas en cuenta".