El presidente israelí hará en noviembre su viaje de Estado a España, aplazado en 2016 por la interinidad política

El presidente de Israel, Reuben Rivlin, realizará una visita de Estado a España el próximo mes de noviembre, según ha avanzado este martes el embajador israelí en Madrid, Daniel Kutner.

Como toda visita de Estado, la agenda incluirá una cita con el Rey, algo "muy simbólico del tipo de relación que existe entre los dos países", ha dicho el embajador en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.

La visita del jefe de Estado israelí se había planeado inicialmente para 2016, con motivo del 30 aniversario de las relaciones diplomáticas entre los dos países, pero la situación política, con un Gobierno en funciones durante prácticamente todo el año, obligó a aplazar los planes, igual que sucedió con otras citas diplomáticas de alto nivel.

A lo largo de 2017 se ha ido recuperando esa agenda: Felipe VI viajó a Arabia Saudí en enero y los Reyes han hecho ya sendas visitas de Estado a Japón y a Reino Unido. En febrero tuvo lugar el viaje de Estado a España del presidente argentino, Mauricio Macri, y en mayo la visita del primer ministro indio, Narendra Modi.

Lo que no está en agenda, ha admitido el embajador Kutner, es un viaje a España del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Según ha explicado, Netanyahu es además titular de otras carteras --Exteriores y Comunicación-- y su agenda "no permite una visita específica a España". Sin embargo, ha asegurado que uno de los objetivos de la Embajada es que ese viaje se produzca.

En todo caso, Kutner ha destacado las "muy buenas relaciones" que existen entre España e Israel, con un volumen de comercio bilateral de 2.000 millones de euros al año y más de 300.000 turistas israelíes anuales --uno de cada cuatro ciudadanos de ese país, lo que convierte a España en su destino turístico favorito--.

También ha destacado la profunda relación histórica de los judíos con España --de donde fueron expulsados en 1492--, la "pequeña pero vibrante comunidad judía" que existe hoy en España y el interés de muchas localidades que acogieron comunidades judías por recuperar su herencia histórica.

QUE EEUU LLEVE SU EMBAJADA A JERUSALÉN

Kutner también ha relatado que Netanyahu "se entiende bastante bien" con el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "al menos en ciertos aspectos de su visión del mundo", y que entre ambos hay un "espíritu de cordialidad, incluso de amistad". Además, ha señalado que el embajador israelí en Washington tiene "acceso a las más altas esferas" y sabe que sus posiciones son entendidas.

Así, ha confiado en que Trump recupere su idea inicial y traslade la Embajada estadounidense desde Tel Aviv, donde están todas las embajadas, a Jerusalén, y que después haya otros países que sigan el ejemplo de Estados Unidos. "Todos los países tienen derecho a definir su propia capital, así lo hemos hecho nosotros y está en Jerusalén", ha defendido.

En cuanto a si esa buena relación puede traducirse en un nuevo impulso al proceso de paz con los palestinos, se ha limitado a señalar que están "a la espera" de ver si los intensos contactos de Estados Unidos en la región llevan a "alguna iniciativa".

En cualquier caso, ha asegurado que los israelíes están dispuestos a "reanudar las negociaciones con los palestinos en cualquier momento y sin condiciones", pero "hace falta que los palestinos también quieran volver a la mesa".

MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA EXPLANADA DE LAS MEZQUITAS

Por otro lado, ha defendido las medidas de seguridad que adoptadas por su Gobierno en la Explanada de las Mezquitas, recalcando que son para "garantizar la seguridad de miles de visitantes musulmanes" que acuden a rezar.

Israel ha reabierto el recinto paulatinamente después de haberlo cerrado el pasado viernes, día de rezo musulmán, tras el ataque en el que murieron dos policías israelíes --y los tres asaltantes árabes israelíes-- en la Ciudad Vieja.

Según ha dicho, "nadie tiene intención de cambiar en nada el régimen existente en la Explanada de las Mezquitas, el Monte del Templo --tal como lo denominan los israelíes--", sino que "hay muchos intereses por parte de sectores extremistas de mantener la tensión alta".