Los 28 discuten cómo reforzar la cooperación para perseguir judicialmente a los terroristas

"Tenemos instrumentos que funcionan bien y que debemos utilizar más para aprovechar todo su potencial", ha declarado la comisaria de Justicia, Vera Jourova, en una rueda de prensa al término de un encuentro informal con los ministros de Justicia de los 28 en Riga.

La comisaria ha puesto la euroorden como ejemplo del éxito de la cooperación europea en esta materia y ha apostado por avanzar en la misma línea con otros proyectos, como el de la directiva de protección de datos, que ha considerado "urgente" para la lucha antiterrorista.

Por ello ha pedido "acelerar" la negociación de esta norma con la que se facilitará el intercambio de información entre las autoridades judiciales, al delimitar el campo de actuación y los delitos relacionados con el terrorismo que quedan cubiertos.

También se espera progresos en la definición que hizo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de "combatientes extranjeros" que los Estados miembros tienen la obligación de trasladar a sus legislaciones, aunque no está claro si se hará a nivel nacional o a escala europea.

Las divergencias en cuanto a si se debe transponer de manera urgente a la normativa comunitaria o dar más "tiempo" no han permitido avances, si bien varios países como Francia y Bélgica ya lo han hecho de forma individual y España va a hacerlo.

DEFINIR LA FIGURA DE TERRORISTA

En paralelo a esta asignatura pendiente, los países discuten la necesidad de definir de manera conjunta la figura del terrorista, para facilitar la colaboración transnacional a la hora de perseguirlo.

"En lugar de tener 28 definiciones creo que sería bueno tener sólo una", ha dicho en los márgenes de la reunión el coordinador europea de la lucha antiterrorista, Gilles de Kerchove, quien ha subrayado la importancia de contar en el seno de la UE con una "mejor definición de lo que está pasando", para poder "investigar, perseguir y procesar" a los terroristas.

Otra de las claves apuntadas por los ministros en su reunión, y sobre la que los expertos deberán avanzar en los próximos meses, es cómo combatir la radicalización de la sociedad, para evitar que los yihadistas recluten a jóvenes dispuestos a marchar a Siria e Irak para formarse y regresar a Europa a cometer atentados.

Una de las iniciativas discutidas por los ministros y que ya aplican o preparan países como Francia y Bélgica es aislar a los terroristas en módulos específicos que les impidan relacionarse con el resto de reclusos, como barrera para sus mensajes que incitan al odio y captan a otros jóvenes.

También van a explorar cómo desde la vía judicial se puede perseguir mejor a escala europea los mensajes racistas, xenófobos y, en especial, contra el islam, porque temen que este tipo de declaraciones contribuyan también al odio y la violencia.