El arzobispo de Zaragoza no se jubiló, sino que fue obligado a irse por el Vaticano
Informativos Telecinco
27/11/201404:45 h.A los 70 años, cinco antes de su jubilación, el arzobispo de Zaragoza renunció inesperadamente a su cargo. Dijo, que por salud, fue a primeros de mes. La conferencia episcopal daba por buenos los argumentos. Justo cuando se conocía el escándalo de abuso en la diócesis de Granada. Ahora sabemos que el Vaticano fue quien exigió al arzobispo Ureña su renuncia, por conducta inapropiada. Pagó, sin explicaciones, más de 100.000 euros a un diácono en compensación por no ordenarlo sacerdote. Supuestamente así compraba su silencio. El joven habría denunciado varias veces sin éxito, el acoso de un superior, el párroco del pueblo de Épila, con quien compartía vivienda. Tras conocerse este caso, el arzobispo ha cancelado sus agenda de actos y no desmienten la noticia. Su silencio también deja en mal lugar a la conferencia episcopal. Si conocía la gravedad de los hechos, los ocultó. El Vaticano vuelve a actuar y a dejarlos al margen.