El Ayuntamiento de Pamplona condena la colocación de la ikurriña gigante en el chupinazo de Sanfermines

El pleno del Ayuntamiento de Pamplona ha condenado de "manera rotunda" la colocación de una ikurriña gigante frente a la fachada de la Casa Consistorial el pasado 6 de julio, lo que retrasó el inicio de las fiestas de este año.

A través de una moción, presentada por UPN, el Consistorio ha rechazado los hechos ocurridos en el chupinazo por suponer "un ataque a nuestra realidad institucional, un ataque a nuestra libertad, un grave riesgo para los asistentes y una vulneración de la legalidad vigente".

La moción de los regionalistas ha recabado el apoyo de PSN y PPN, mientras que los ediles de Nafarroa Bai, Bildu, Izquierda-Ezkerra y Aralar la han rechazado. Bildu y Aralar han presentado una enmienda de sustitución, con el objetivo de instar al Gobierno foral a modificar la ley de símbolos, que ha sido rechazada, al igual que la presentada por I-E, en este caso, para "buscar fórmulas razonables para que los diferentes símbolos tengan su reflejo en el chupinazo".

En la moción aprobada, que ha sido debatida en el primer pleno municipal que se celebra tras los Sanfermines, UPN recuerda que el pasado 6 de julio "minutos antes del chupinazo, unos hombres con el rostro oculto desplegaron desde el tejado contiguo al Ayuntamiento una inmensa ikurriña que cubría la fachada del Consistorio y tapaba el balcón desde el cual se debía lanzar el cohete".

Para los regionalistas, "una vez más, una minoría radical quiso aprovechar un momento festivo como son los Sanfermines para imponer sus símbolos nacionalistas al conjunto de los ciudadanos, que apuestan por vivir sus fiestas con normalidad aparcando las diferencias políticas".

Asimismo, UPN lamenta que "este hecho, además de la nefasta imagen de la ciudad que recorrió el mundo al retrasar por primera vez el lanzamiento del cohete, puso en peligro la seguridad de miles de personas que se encontraban en la plaza Consistorial para disfrutar del inicio de las fiestas, ya que un acto masificado como este que no discurre con la normalidad prevista, puede tener consecuencias imprevisibles".

DEBATE DE LOS GRUPOS

Para defender la moción, la edil de UPN María Caballero ha constatado la "indignación sentida por la mayoría de los pamploneses que vieron como unos pocos imponían en el chupinazo la ikurriña, una bandera que no nos representa". En su opinión, este hecho, organizado por "la izquierda abertzale más radical", demuestra "el totalitarismo que nos quieren imponer". "Pamplona está harta", ha sentenciado.

Por contra, la concejal de Bildu Eva Aranguren ha criticado que UPN haya presentado esta moción y ha censurado que "decidieran rechazar el chupinazo por motivos ideológicos y sectarios". "La ikurriña ni tapaba toda la fachada, ni estaba pegada al balcón", ha sostenido Aranguren, quien también ha criticado "los insultos que recibimos algunos concejales por parte de los miembros del equipo de gobierno".

En representación de Nafarroa Bai, Uxue Barkos ha considerado que UPN ha presentado esta moción, "tan previsible como inútil", para "acallar los temas de envergadura municipal". Además, ha criticado que UPN "juega al día de la marmota municipal" y "utiliza la ikurriña para tapar la vergüenza de su gestión". "Lo ocurrido el 6 de julio no nos convenció, pero tampoco la manera de arrancar de UPN con esta moción para tapar vergüenzas", ha zanjado.

Por parte del PSN, Jorge Mori se ha preguntado "qué hubieran pensado otros si en lugar de la ikurriña se hubiera puesto otra bandera" y ha recordado que su grupo apoyó que se retrasara el lanzamiento del cohete porque "había problemas de seguridad". En su opinión, "la ikurriña, como todo, se puede reivindicar durante todo el año, pero no se puede reivindicar como se hizo".

Desde las filas del PPN, Cristina Sanz ha criticado que "una vez más los intransigentes nacionalistas, los batasunos, cambiaran sus capuchas por unas pelucas para boicotear el inicio de las fiestas" y ha argumentado que "la ikurriña no es la bandera de esta ciudad, ni de esta comunidad". A su juicio, "no existe ninguna justificación para no condenar este hecho".

POSTURA DE I-E Y ARALAR

La edil de Izquierda-Ezkerra Edurne Eguino, por su parte, ha calificado la moción de UPN como "previsible" y ha afirmado que la coalición "no está de acuerdo con que la colocación de la ikurriña fuera un atentado o un ataque a nuestra libertad". Por eso, ha emplazado al resto de grupos a "buscar entre todos soluciones para que los distintos signos identitarios tengan reflejo institucional" de cara a las fiestas del próximo año.

Finalmente, Aritz Romeo, de Aralar, ha cuestionado que UPN "haya decidido abrir el curso político con la ikurriña, ajenos a los datos del paro en la ciudad y con todos los problemas que hay en Pamplona". Ha reivindicado que "los abertzales de Navarra también somos navarros" y ha acusado a UPN de "intentar tapar su incapacidad con esta moción".