Ciudad de México pone fin a la emergencia sanitaria por gripe A que casi la paralizó

Tras anunciar que el semáforo de "alerta sanitaria" ha pasado a nivel "verde" (bajo), el menor de los cinco que existen, el alcalde capitalino, Marcelo Ebrard, justificó la decisión porque a día de hoy se han reducido en un 96,1% los contagios por gripe A respecto a los peores días de la epidemia.

"Para la ciudad es sumamente importante que esta información sea conocida por todo el mundo. Hemos actuado con responsabilidad durante la emergencia y ahora también lo estamos haciendo de la misma manera", indicó este jueves Ebrard en un encuentro con la prensa extranjera.

Entre el 23 de abril, día en que comenzó la emergencia, y el 4 de mayo, la capital de México llegó a estar en "alerta roja", el segundo mayor nivel de los cinco, pero la situación crítica cambió merced a medidas drásticas de prevención aplicadas especialmente entre el 1 y el 5 de mayo.

En ese período, coincidente con un puente festivo, se recomendó a los ciudadanos permanecer en sus casas, mientras permanecían interrumpidas todas las actividades públicas y privadas no fundamentales, lo que dejó la urbe prácticamente desierta.

Según el último informe del Gobierno de México, la epidemia causada por el virus AH1N1 ha dejado hasta ahora en todo el país 3.817 contagios y 75 fallecimientos, 32 de ellos en la capital (42,7%).

El último caso de infección en la capital ocurrió el 14 de mayo y no se detectó ninguno después de que los 2 millones de estudiantes capitalinos regresaran a clase en centros de preescolar, escuelas primarias y secundarias, tanto públicas como privadas, detalló Armando Ahued, el titular de Salud del DF, en el mismo acto.

Ahued subrayó "la respuesta social y corresponsabilidad" de la gente ante las medidas decretadas, que incluyeron cierres de comercios y escuelas, para lograr la "desaceleración de la velocidad de transmisión" del virus AH1N1.

También consideró fundamental la existencia en este momento de un "tratamiento oportuno y estandarizado", algo que no se tenía antes de la alerta sanitaria, y la "disminución de la letalidad" por la influenza A.

Para Ebrard lo necesario ahora es "mantener la vigilancia epidemiológica" pero a la vez "reanudar las actividades de la ciudad" y hacer "un esfuerzo de reactivación muy grande".

Sólo deberán usar mascarillas "las personas que tengan catarro, gripe o alguna enfermedad respiratoria" pero ya no será necesario en restaurantes, hoteles u otros lugares públicos, agregó.

En este momento los hoteles presentan niveles de ocupación del 22%, aunque llegaron a caer al 5%, y "las personas pueden venir a la ciudad sin un riesgo como el que significó hace unas semanas, cuando teníamos este virus en expansión", reiteró Ebrard.

"Hay varias ciudades del mundo que tienen hoy más casos que el Distrito Federal, pero eso ya no nos corresponde a nosotros hacer la comparación", indicó.

Durante el último mes 17 congresos, convenciones o exposiciones que se iban a celebrar en la capital fueron pospuestos, pero ninguno se canceló, destacó el alcalde, convencido de que a partir de hoy se regresa "a la normalidad al 100%".

Ebrard ha propuesto al Ejecutivo federal y al Congreso que revisen el Presupuesto de Gastos 2009 y reasignen 88.000 millones de pesos (6.769 millones de dólares) para paliar los efectos de la emergencia, sobre todo para el sector del turismo, uno de los motores económicos de la ciudad y del país en general.

Unos 30.000 millones de pesos (2.307 millones de dólares) saldrían de recortes al gasto corriente, otro monto similar de fondos de pensiones y los 20.000 millones restantes (2.155 millones de dólares) del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), estos últimos para mejorar los hospitales y escuelas del país.