Detenidos 43 ladrones de cobre que perpetraban robos multimillonarios

Según ha informado hoy el intendente Jordi Bascompte, jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos, entre los detenidos en ambas operaciones figuran los responsables de cuatro centros de residuos de las poblaciones barcelonesas de L'Hospitalet de Llobregat, Molins de Rei, Sabadell y Sant Feliu de Llobregat, que movían gran cantidad de material robado.

De los 43 detenidos, tan sólo uno ha ingresado en prisión, en parte porque no se ha podido acreditar el delito de asociación ilícita, que es uno de los mecanismos que habitualmente permite a los jueces dictar orden de prisión provisional en este tipo de casos.

En la primera operación, los Mossos han detenido a 23 personas que integraban una red que robó cobre y metal por valor, al menos, de 5 millones de euros, aunque la cantidad podría ser mucho más alta ya que se investiga su participación en más sustracciones.

Los integrantes de este grupo, de origen español, dominicano y rumano, actuaban con una total sensación de impunidad, lo que se demuestra con su gran cantidad de antecedentes, ya que acumulan casi 200 arrestos previos.

Uno de los golpes de este grupo, que en ocasiones empleaba a menores, consistió en robar en una empresa de fabricación y distribución de Sant Feliu de Llobregat 50 toneladas de grifos, valorados en 2,8 millones de euros, que ahora se cree que están en Asia.

La investigación se inició a partir de la actividad ilegal de una chatarrería de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que recibía, limpiaba y volvía a entrar en el circuito legal el material robado, lo que permitió a los agentes tirar del hilo y descubrir la existencia de esta red.

El propio Bascompte ha admitido la dificultad que tienen los agentes para seguir la pista del cobre robado, ya que fácilmente se puede limpiar y eliminar las marcas que fijan su procedencia, con lo que se puede reintroducir en el circuito legal sin muchas complicaciones.

La otra operación, en la que ha habido veinte detenciones, ha permitido resolver una veintena de robos en las poblaciones barcelonesas de Sabadell, Polinyà, Cunit, Castellbisbal, Rubí, Sant Boi, Sant Feliu de Llobregat, Les Franqueses, Granollers, La Roca del Vallès y Terrassa, donde los ladrones sustrajeron cobre por valor de más de 3,5 millones de euros.

En este caso, los detenidos, de origen español, rumano y de otros países de la Europa del Este, fueron descubiertos a partir de la investigación de una alud de denuncias de empresas de la zona norte del área de Barcelona ante el robo constante de cobre.

Este grupo, que revendía el cobre a países asiáticos sacándolo de Europa a través de Holanda, estaba tan especializado y tenía tanta capacidad de almacenar el material robado que esperaban a revenderlo en función de la cotización del cobre en la bolsa.

Los integrantes de esta red actuaban casi a diario, ya que salían de noche a robar a empresas, donde forzaban los accesos y se llevaban el material, que luego trasladaban a almacenes donde limpiaban el cobre para evitar que se le pudiera seguir el rastro y se esperaba a darle salida comercial.