¿Por qué no deberías ducharte con agua tibia?

¿Eres de los que cada mañana al levantarse se da una ducha a 40 grados centígrados? ¿Alguna vez te preguntaste el motivo por el que tras esta ducha quizá te apetece volver a meterte en la cama? Un grupo de expertos ha realizado una investigación en la que ha concluido que una ducha tibia adormece y relaja al cuerpo.

Por el contrario, estos expertos han asegurado que darse cada mañana una ducha de 90 segundos, intercalando agua fría y caliente, aunque te cueste, te proporcionará la misma energía que un café por muy increíble que parezca. Seguro que te será desagradable, pero al descongestionar los capilares y mejorar la circulación sanguínea acabarás por estimular el cuerpo y la mente, lo que generará la capacidad suficiente para comenzar con fuerza y ganas el día.

Esta actividad, de hacerla como rutina, tiene el mismo efecto que tomarse un café largo según han indicado los expertos de Career Girl Day y que ha publicado el diario británico 'Dailymail'. De hecho, según los expertos, sumergir su cuerpo en agua tibia es, en realidad, como si volvieses a tumbarte en la cama a dormir. Es volver a acostarte cuando justo necesitas más energía para afrontar el día que está por comenzar.

¿Qué analizaron los expertos tras ducharse con el agua tibia? Estos expertos analizaron que cuando sentimos aire más frío en nuestra piel después de salir de la ducha, la gota templada causa un estado de tranquilidad en nuestra mente, lo que permite que nos relajemos y que nuestro cuerpo se adormezca en vez de conseguir que se active.

Además, realizar esta rutina cada día, no solo servirá para tener más energía por la mañana, sino que también servirá para reducir el estrés. Esto se consigue al crear unos niveles más elevados de tolerancia que permite mejorar el sistema inmunológico mediante la creación de más glóbulos blancos. Por otra parte, esta acción también ayudará a quemar grasa más eficazmente.

Por último, según ha relatado el diario británico, incluso famosos como Victoria Beckham, han asegurado que ducharse cada mañana de esta manera tiene un efecto antidepresivo porque se consigue enviar altos niveles de impulsos eléctricos al cerebro.