Comienza el juicio por el asesinato de un matrimonio holandés en Murcia

Ingrid estaba embarazada cuando fue asesinada. Ella y su marido habían vuelto a Murcia precisamente para una revisión, porque se habían sometido en Murcia a un tratamiento de fertilidad. Esa visita les costó la vida. Un gerente del club de voley en el que la mujer había militado tenía deudas con el matrimonio y ese pudo ser el móvil del crimen. Según la acusación, ese hombre contrató a dos sicarios rumanos para acabar con ellos. El matrimonio estuvo doce días desaparecido, pero sus cadáveres fueron encontrados finalmente enterrados en una finca de la localidad de Alquerías. La fiscalía pide 50 años de cárcel para tres de los acusados y un año para un tercero acusado de encubrimiento.