El Papa dice en Ecuador que las "minorías vulnerables" son aún la "deuda" de América Latina

Durante su primer discurso en Ecuador, primera etapa de su segundo viaje a América Latina que se completará con las visitas apostólicas de Bolivia y Paraguay, ha pedido que sean afrontados los desafíos actuales a la luz del Evangelio "valorando las diferencias" y "sin exclusiones" para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos". Así, ha reivindicado una especial atención hacia los "más frágiles y las minorías más vulnerables".

"Ecuador está el punto más cercano al espacio exterior: es el Chimborazo, llamado por eso al lugar "más cercano al sol", a la luna y las estrellas", ha explicado el Papa al tiempo que ha dicho que los cristianos identifican "a Jesucristo con el sol, y a la luna con la iglesia, la comunidad".

"Que estos días se nos haga más evidente a todos la cercanía 'del sol que nace de lo alto', y que seamos reflejo de su luz, de su amor", ha comentado a este respecto.

Tras trece horas de vuelo, Francisco ha sido recibido con honores militares por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y otras autoridades civiles y eclesiales, ha destacado que Ecuador "se ha alzado en pie con dignidad" y ha expresado su "alegría y gratitud" al ver la "calurosa bienvenida". "Es una muestra más del carácter acogedor que tan bien define a las gentes de esta noble Nación", ha expresado en este sentido.

Durante su discurso, en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre, donde ha aterrizado, el avión oficial del pontífice, un Airbus modelo A330-200 de la compañía italiana Alitalia, el Papa ha dado las gracias a Dios por haber podido volver a América,

En el primero de sus 22 discursos previstos para este noveno viaje, el más largo del pontificado, el pontífice argentino ha destacado la fe del pueblo ecuatoriano que "durante siglos ha modelado su identidad" y ha dado "tan buenos frutos, entre los que destacan figuras preclaras como Santa Mariana de Jesús, el santo hermano Miguel Febres, santa Narcisa de Jesús o la beata Mercedes de Jesús Molina" que fue beatificada en Guayaquil hace 30 años durante la visita del Papa san Juan Pablo II.

"Que desde la cima del Chimborazo, hasta las costas del Pacífico; desde la selva amazónica, hasta las Islas Galápagos, nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes, la capacidad de proteger lo pequeño y lo sencillo, de cuidar de sus niños y ancianos, de confiar en la juventud, y de maravillarse por la nobleza de su gente y la belleza singular de su País", ha dicho finalmente.