El Papa pide una "convivencia más segura, pacífica e inclusiva" tras los altercados entre vecinos de Roma e inmigrantes

Durante el Ángelus de este domingo, ha afirmado que lo importante es "no ceder a la tentación del desencuentro y rechazar la violencia" y ha urgido a superar la "sospecha" y el "prejuicio" porque es posible "dialogar, escucharse y proyectar juntos".

Francisco ha instado a las autoridades civiles e instituciones a que asuman "como prioridad" estos graves enfrentamientos porque, a su juicio, constituyen "una emergencia social" que de no ser solventada de manera "rápida" y "adecuada", existe el "riesgo de que la situación degenere cada días más".

"Estos días en Roma ha habido tensiones más bien fuertes entre residentes e inmigrantes. Son sucesos que suceden en varias ciudades de Europa, especialmente en barrios periféricos afectados por otros problemas", ha explicado el pontífice.

Además, ha emitido la disposición de las parroquias para se conviertan en lugar de diálogo entre ciudadanos, residentes y representantes de instituciones. "Los ciudadanos, los inmigrantes y los representantes de las instituciones pueden encontrarse también en la sala de una parroquia para hablar juntos de la situación", ha comentado.

Asimismo, ha subrayado que la comunidad cristiana se compromete de manera particular para que "no haya desencuentro" sino que prime la cultura del "encuentro".

Por otro lado, ha recordado que este domingo es el día mundial de las víctimas de la carretera y ha pedido un comportamiento "prudente y respetuoso" por parte de los conductores.

Durante la catequesis el Papa ha reflexionado sobre la parábola de los talentos y ha afirmado que estos son "bienes de Señor" hay que dar a los demás para crezcan y fructifiquen.

El pontífice ha llamado a no esconder la fe y a no enterrar la palabra del Evangelio sino a "hacerla circular en la vida cotidiana". Además ha pedido a los presentes a leer y reflexionar sobre el Evangelio de San Mateo capítulo 25 del 14-30.