Peregrinos y madrileños rezan ante una docena de vírgenes de todo el mundo expuestas en basílicas de la capital

Peregrinos y madrileños han rezado ante algunas de las vírgenes más veneradas en todo el mundo en diferentes basílicas y lugares emblemáticos de la capital. Así, los fieles han orado ante la virgen de Loreto (Italia), de Fátima (Portugal), de Lourdes (Francia) o a la madrileña Virgen de la Paloma, a las que, la mayoría, ha pedido "salud" para ellos y para sus familias.

Dentro de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) se ha organizado una vigilia, bajo el nombre 'Una luz en la noche', a una docena de vírgenes de diferentes países. María, una peregrina mexicana, no ha dudado en visitar a Nuestra Señora de Guadalupe ante la que oró durante la noche en la Catedral de la Almudena. "Siempre le rezo a la Virgen de Guadalupe y siempre me ha protegido, nos ha protegido a los mexicanos, y es muy bonito tenerla aquí, es como si no siguiera cuidando durante estos días", ha explicado María.

No es la única que ha aprovechado para ver a la patrona de su país. Un grupo de portugueses pidieron mucha salud y paz" a Nuestra Señora de Fátima. Todos se han confesado "devotos" de la virgen y han comentado a Europa Press que es "especial" rezar ante ella cuando están viviendo "una experiencia como la de la JMJ". "Hemos estado junto al Santo Padre y también queríamos agradecer a la madre de Dios que nos haya permitido estar hoy aquí, en Madrid", señalan los jóvenes lusos.

Además de los peregrinos, muchos madrileños y turistas que pasaban por la zona han aprovechado para ver las tallas expuestas. Aunque las más populares han sido las más 'solicitadas' por los cristianos, los fieles también han rendido culto ante Nuestra Señora de Los Angeles (Estados Unidos), expuesta en la Basílica de San Miguel; la Virgen de Alotting (Alemania) en la Iglesia Arzobispal Castrense; la de Czestochova (Polonia), en la Plaza de la Villa; la de Akita (Japón), en la Colegiata de San Isidro; La Aparecida (Brasil), en el Parque de Las Vistillas; Nuestra Señora del Rosario (Canadá), en el Convento de las Carboneras; y la de Mundi (Sudáfrica), en la Calle Toledo.