La SIP condena el acoso, los crímenes y la publicidad estatal para presionar a los medios

La reunión de medio año de la SIP, que finalizó hoy en Paraguay, también exigió la liberación de los periodistas cubanos encarcelados y, en contrapartida, destacó avances en el esclarecimiento de varios casos de asesinatos, así como en normativas para garantizar el libre ejercicio de la profesión.

El organismo, que agrupa a unos 1.300 medios de comunicación del continente, aseguró en sus conclusiones que la situación se degradó porque "los violentos enemigos de la libertad de expresión cobraron nuevas víctimas" y precisó que desde la reunión realizada el pasado octubre en Madrid fueron asesinados seis informadores.

Cuatro de ellos en México, uno en Paraguay y otro en Venezuela, según el documento, que advirtió que el primer país "sigue siendo uno de los lugares más peligrosos" para el ejercicio de la profesión.

La SIP también instó a los Gobiernos de esas naciones "a adoptar medidas para garantizar la seguridad de los periodistas, la independencia y libertad de la actividad, el derecho de los ciudadanos a estar informados y el embate de la autocensura".

La lista de asesinados incluye a Luis Méndez, Armando Rodríguez, Miguel Ángel Villa Gómez y David García en México, Martín Ocampos en Paraguay y David Zambrano en Venezuela, indicó el vicepresidente de la Comisión de Impunidad, el mexicano Roberto Rock.

El directivo explicó, además, que se ha entregado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el caso de la desaparición en 2005 del mexicano Alfredo Jiménez Mota, del diario El Imparcial de Sonora.

Rock anunció que el presidente de la SIP, el colombiano Enrique Santos, designó una misión que viajará próximamente a México para insistir ante las autoridades de ese país y dictar un seminario sobre periodismo y crimen organizado.

Con respecto a Cuba, el organismo determinó "exigir la liberación incondicional de los periodistas encarcelados y el reconocimiento gubernamental al ejercicio independiente de la profesión".

Asimismo, reclamó "el cese de las acciones represivas contra los periodistas independientes y sus familiares", además de exhortar al Gobierno cubano que permita "la salida inmediata" a aquellos informadores que han recibido visas para emigrar del país.

En relación a Venezuela, condenó "los crímenes, hostigamiento y violencia contra periodistas, medios de comunicación y sus directores" y ratificó lo resuelto en la asamblea de Madrid, en la que "se denunció el carácter totalitario y dictatorial del Gobierno" de Hugo Chávez.

Igualmente, la SIP denunció "la continua práctica de utilización de las pautas publicitarias del Estado (venezolano) como elemento de presión contra los medios independientes".

"Chávez ha seguido con su indesmayable tarea de humillar a la prensa", aseguró la SIP, al señalar que "esta retórica incendiaria" ha sido adoptada por otros gobernantes como Evo Morales en Bolivia; Rafael Correa en Ecuador; Daniel Ortega en Nicaragua; Manuel Zelaya, en Honduras; Alvaro Uribe en colombia; Óscar Arias en Costa Rica; Álvaro Colom en Guatemala y Lula da Silva en Brasil.

"Nos preocupan las agresiones a la libertad de expresión como ocurre en Cuba, donde no hay un mínimo de indicio de que se pueda hablar libremente. Venezuela va por el mismo camino, Correa en Ecuador comienza a amenazar, Evo Morales esta comenzando también con sus agresiones a los medios que le son críticos", dijo a Efe Aldo Zuccolillo, del diario asunceno "Abc Color".

Zuccolillo aseveró que en el pasado eran las dictaduras militares las que perseguían a la prensa y que ahora "son los demócratas, que se hacen del poder político, organizan la estructura del Estado a su medida como un traje y dominan las cámaras (del Congreso) y la justicia".

Del lado positivo, la SIP resaltó la decisión de un grupo de fiscales colombianos para impulsar los casos de siete periodistas asesinados, así como las condenas dictadas contra los autores materiales de dos homicidios.

La SIP también anunció que realizará en Aruba la próxima reunión de medio año (en marzo de 2010), que será precedida por la asamblea general, prevista en Buenos Aires, en octubre próximo.