Someten a un exorcismo a un joven de 16 años para "curar" su homosexualidad

Con una duración de veinte minutos, el vídeo, que ya fue eliminado de la popular página web, mostraba a un joven tendido en el suelo que sufre convulsiones y ante el que varias personas gritan para que un "demonio homosexual" salga de su cuerpo.

"Espíritu homosexual, te llamamos para que abandones su cuerpo ahora mismo. ¡Libéralo, Lucifer!", gritaba el grupo ante el joven, que empieza la sesión en pie y la acaba con vómitos en el suelo de una iglesia en la localidad de Bridgeport, donde se reúne una comunidad llamada "Manifested Glory Ministries".

En otra escena, algunas personas sostienen al joven por los brazos, mientras uno de ellos pide al supuesto espíritu que salga "por la barriga del muchacho" e indica al resto que deben presionar el estómago del muchacho para conseguirlo.

Los miembros de esa comunidad, que celebraron el exorcismo acompañados por la música del órgano de la iglesia, negaron que el chico sufriera algún tipo de heridas y dijeron que respetan a los homosexuales.

"No tenemos nada en contra de los homosexuales. Simplemente no compartimos su estilo de vida", dijo la reverenda Patricia McKinney, quien mostró en las páginas del diario su convencimiento de que "un hombre debe estar con una mujer, y una mujer con un hombre" y quien explicó que el muchacho se vestía "como una chica y esas cosas".

McKinney sostiene que la edad del muchacho es de 18 años, pero la propia víctima del exorcismo confirmó que tiene 16.

El vídeo ha hecho que numerosas asociaciones que defienden los derechos de la comunidad homosexual pongan el grito en el cielo, y hay quienes aseguran que casos como este se repiten en muchos puntos de Estados Unidos.

"Casos así ocurren todo el tiempo. No es un hecho aislado", dijo Kamora Harrington, una de las líderes de la asociación True Colors, que tuvo contacto con el chico y denunció lo ocurrido ante las autoridades de Connecticut.

Los miembros de True Colors aseguraron al diario que el joven había sido víctima de ese mismo ritual en dos ocasiones anteriores por voluntad propia y asesorado por el líder de la comunidad religiosa.