La activista saharaui Haidar no comparecerá ante el juez por su delicado estado de salud

La activista saharaui Aminatu Haidar, que aguarda desde el sábado en el aeropuerto de Lanzarote poder regresar a El Aaiún, no comparecerá hoy ante la juez que le ha citado por supuesta alteración del orden público amparándose en su estado de salud, ya que se encuentra en huelga de hambre.

El presidente de la comunidad saharaui en Lanzarote, Hamudi Isemo Mussa, que acompaña a la activista, ha explicado que aportarán al juez un certificado médico que demuestra su deteriorado estado de salud y piden que la excusen de comparecer ante en el Juzgado. Es más su grupo de apoyo ha explicado que se encuentran tan mal que ya no puede moverse por su sola. Neceista una silla de ruedas para desplazarse.

A los juzgados, en su lugar irán el propio Mussa, la junta directiva de la comunidad saharaui lanzaroteña y la abogada que los representa desde el sábado, en que Aminatu Haidar fue devuelta por Marruecos tras ser detenida por la Gendarmería marroquí un día antes nada más aterrizar en el aeropuerto de El Aaiún.

"Esperamos que con nuestra presencia sea suficiente, ya que Aminatu no está en buenas condiciones para ir al Juzgado, salvo que el juez disponga su traslado en una ambulancia", ha explicado Hamudi Isemo Mussa.

El director del aeropuerto de Guacimeta denunció el pasado domingo ante el Juzgado la actitud de un grupo de saharauis (entre ellos la conocida activista) porque el sábado por la noche se negaron a desalojar el aeropuerto, que cierra a medianoche sus puertas al público.

Débil, pero animada

Tras varios días en huelga de hambre, Aminatu Haidar se encuentra "un poco débil", pero "animada" en su causa, según el presidente de la comunidad saharaui en Lanzarote, quien aseguró que la activista confía.

"Voy a seguir mi lucha hasta volver al Sáhara o hasta la muerte"

Haidar recuerda al Gobierno español que se encuentra "en huelga de hambre" y que continuará sin comer hasta que este asunto se solucione y pueda volver a El Aaiún. "Tengo problemas de salud pero voy a seguir mi lucha bien hasta volver al Sahara o bien hasta la muerte", advierte.

La activista saharaui no entiende cómo puede estar "secuestrada en España desde el pasado 14 de noviembre, sin poder salir de aquí" ni irse a "otro país". Igualmente, dice que no entiende las explicaciones que está dando el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. "El Gobierno español asegura que me dejaron entrar porque tengo una tarjeta de residencia, que sólo es para razones humanitarias. Nunca pensé que esto sería una condena contra mí".