Un anuncio alemán muestra a los italianos como timadores y machistas

Son cuatro anuncios. El protagonista se llama Toni, un hombre italiano, moreno, con bigote. Cada uno de los spots reproduce los clichés que se suelen atribuir en Alemania a los italianos y que van desde el machismo hasta la habilidad para tomar el pelo y sacar dinero al prójimo.

Machista

En uno de ellos, Toni entra en una de las tiendas de la cadena en busca de un televisor y con claro acento italiano se lamenta de no encontrar ningún dependiente hombre, que son los únicos "que entienden de fútbol y tecnología". Sin embargo, su opinión cambia cuando ve pasar a una atractiva vendedora rubia, saliendo disparado detrás de ella.

Estafador

Otro de los anuncios presenta el estereotipo de timador. Toni vuelve a aparecer en la misma tienda hablando por el móvil con un amigo que le pregunta el precio de un televisor. Aunque éste cuesta 700 euros, Toni sube el precio hasta 1.000 euros, dando a entender al espectador que será él quien se quede con la diferencia.

Mafioso

En otra de las escenas, el mismo individuo se encuentra rodeado de clientes que van y vienen y le embisten con las cajas de los productos que acaban de comprar. Toni reflexiona diciendo "los alemanes van como locos con el Campeonato Europeo de fútbol: todos compran televisores, frigoríficos, ordenadores... los italianos, en cambio, compran a los árbitros".

Lo italiano es un "valor añadido"

Los principales diarios italianos, como el Corriere della Sera o La Repubblica se han hecho eco de esta publicidad en su versión online. Por su parte, Maurizio Chiocchetti, del Partido Democrático ha lamentado que "los cuatro spots presenten al italiano medio como "hombre machista, timador, mujeriego y corrupto" y se preguntó sobre la utilidad que puede tener recurrir a un estereotipo tan "abusivo".

"Nos parece, como también le parece a la mayoría de los ciudadanos alemanes, que nuestras comunidades de ciudadanos que viven en Alemania son apreciadas y están bien integradas. Desde hace tiempo, la italianidad, pasando por la cultura, la moda o la cocina, se ve como un valor añadido", ha argumentado. AGE