Las comorbilidades más asociadas a la EPOC son la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca y la dislipemia

La comorbilidad más prevalente asociada a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es la hipertensión arterial, seguida de la insuficiencia cardiaca y la dislipemia, según ha informado el secretario del Grupo de EPOC de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), el doctor Francisco López García.

Los resultados del estudio se han destacado en la XI Reunión de EPOC de la SEMI, que ha reunido a 150 asistentes en Elche para abordar la visión actual de la enfermedad en temas relativos a agudizaciones, comorbilidades, infecciones, cuidados paliativos y adhesión terapéutica en esta patología, y para exponer trabajos de investigación y casos clínicos.

Otro programa mencionado en la Reunión en el que participa la SEMI es el Proceso Asistencial Integrado en el Paciente con EPOC Exacerbado (PAI-PACEX), cuyos objetivos son "mejorar la calidad asistencial de los pacientes que sufren exacerbaciones de la EPOC, reducir la variabilidad asistencial no deseada, mejorar la seguridad de las actuaciones, facilitar la coordinación entre profesionales y reducir las consecuencias adversas que producen estos eventos, atendiendo siempre a criterios de eficiencia", han explicado.

"Durante muchos años la EPOC ha sido una patología olvidada tanto por los profesionales sanitarios como por las autoridades, a diferencia del asma, pero actualmente eso ha cambiado, y se presta una gran atención a esta enfermedad desde el punto de vista clínico, científico, sanitario y social. Esto ha llevado al desarrollo de numerosas líneas de investigación, que se han traducido en unos mejores resultados", ha afirmado el doctor López García.

AUMENTA LA ESPERANZA DE VIDA

En términos generales, los pacientes con EPOC han aumentado su esperanza de vida en los últimos años, incluso entre quienes se encuentran en las fases más avanzadas de la enfermedad. Sin embargo, el doctor ha añadido que "el aumento de la esperanza de vida en el paciente con EPOC debe de acompañarse de un abordaje integral y optimización de las comorbilidades que sufren estos pacientes. Tal es su influencia en los pacientes con EPOC que muchos de ellos fallecen por las comorbilidades asociadas, sobre todo por la enfermedad cardiovascular o el cáncer; además, los pacientes con varias de estas patologías están más expuestos a sufrir agudizaciones o empeoramiento de los síntomas de la EPOC en el futuro".

El aumento de la esperanza de vida también ha generado nuevos problemas clínicos, como es "determinar el pronóstico y el punto y final de los tratamientos en los casos más graves y en situación de terminalidad. En este escenario deben de llevarse a cabo programas de cuidado paliativos y calidad de vida en los pacientes con EPOC terminal, siempre desde una óptima multidisciplinar", ha advertido el experto.

También se ha tratado en la jornada el diagnóstico diferencial de la EPOC. "Los síntomas típicos de la EPOC se pueden presentar también en otras enfermedades, por lo que es muy importante realizar siempre una espirometría para confirmar la presencia de una obstrucción al flujo aéreo y diagnosticarla", ha indicado López García.

Para hacer frente a los múltiples patologías que genera la EPOC es necesario optimizar tanto los tratamientos farmacológicos como los no farmacológicos de los pacientes y evitar así la presencia de estos síntomas. De hecho, "se ha demostrado que las intervenciones no farmacológicas en la EPOC influyen de forma positiva en la supervivencia y mejora de la calidad de vida, siendo las más eficaces el abandono del hábito tabaquico y la oxigenoterapia crónica. Además, existen estudios que han demostrado su buena relación coste-efectividad en comparación con las medidas farmacológicas. "Por ello estas medidas deben de imponerse en todos los ámbitos de la asistencia a pacientes con EPOC", ha aclarado el doctor.

En la Reunión también han tratado cifras sobre la enfermedad en Espaá, siendo su prevalencia cercana al 10 por ciento de la población. Es mayor entre los varones (15%) que entre las mujeres (6%) y, muestra una tendencia a la baja en la tasa de mortalidad en comparación con la población mundial.