Siete horas desesperadas en Teruel detrás de Norbert Feher, el asesino de los guardias civiles y un ganadero
“Se busca una persona que ha huido después de matar dos agentes de la guardia civil y a un vecino…” Es la primera llamada de socorro, cuando una patrulla de la guardia civil descubre a sus compañeros muertos en esta casa. Los cuatro habían subido juntos al monte alertados por un vecino que escuchó tiros. Al ver una camioneta abandonada, se separaron las dos patrullas. Una siguió monte arriba con el vecino que les ayudaba. La otra buscó al dueño de la camioneta. Los agentes asesinados fueron a por el propietario de la pick up, creyendo que estaba en su masía. La Guardia Civil sospecha que el asesino ya le había disparado, y sorprendió a los guardias a tiros para huir con el coche del ganadero. A partir de ahí comienza una búsqueda frenética de la pick-up que llevaba el asesino. Lanzaron este retrato robot porque tenían la sospecha de que era el delincuente que ya buscaban desde hacía días. La emisora resonaba con un mensaje de alarma; buscaban a un hombre armado, con su pistola y las dos que había robado a los agentes moribundos. Su huida terminaba a las 3 de la madrugada tras sufrir un accidente, a 100 kilómetros de Albalate. Salió del coche e intentó andar pero a 200 metros cayó cao; estaba tirado en la calzada. Esta es la imagen de reseña hecha esta mañana. La ficha policial antes de interrogarle, una declaración plagada de insultos y frases en italiano. Creen que es el autor del otro tiroteo hace diez días, con una munición extraña que ahora cotejan con su arma. Entonces dejó dos heridos en el pueblo. Norbert Feher es serbio, allí le conocen como Igor el ruso, y le buscaban en Italia de donde llegó a España en abril y donde dejó un reguero de muertos en una situación desesperada muy parecida. Le llamaron el rambo de Budrio. No le lograron cazar. Una de sus escondites era España, Valencia, donde se fotografió por última vez el 17 de febrero en la playa de la Patacona. Ahora intentan saber si después de los asesinatos de Italia regresó a su casa en Valencia o si se escondía en los montes de Teruel, cobijado en viviendas de labranza, donde ayer tarde fue sorprendido por el ganadero José Luis Iranzo y minutos más tarde por los dos agentes de la Guardia civil, Victor Romero y Victor Caballero.